Acompañamos al equipo de remo Rosas del Plata quienes nos cuentan sobre su lucha y su mejor arma, la prevención.
Por: Nahuel Leto
Desde el Yacht Club San Isidro nos sumamos al equipo de Remo Rosas del Plata remando hacia Pacheco y el río en Martínez, que desde muy temprano, vistió de rosa las orillas del Río de la Plata.
Nos juntamos con Juan Manuel Amoedo presidente del club quien nos expresa “Nos pareció muy interesante la propuesta y nos sumamos para ayudar en todo lo que se pueda, sobre todo en concientizar, la prevención es clave para combatirlo”.
En el Paseo costero de San Isidro se instalaron diferentes stands para brindar información actualizada por profesionales de distintas áreas y fundaciones para anticipar la enfermedad, tratarla y curarla. “Por la pandemia y la cuarentena, bajaron hasta un 70 por ciento los controles ginecológicos. Por eso más que nunca decidimos acercarnos a los vecinos y generar conciencia en las mujeres para que no suspendan su visita al ginecólogo ni a los estudios de diagnóstico”, indicó Lorena Lainati, subjefa de Oncología del Municipio. En relación a cómo surge la idea de remar para concientizar sobre el Cancer de mama, Débora Teplitzki nos contó cómo comenzó todo “En el año 1996 el Dr. Donald McKenzie (especialista en medicina del deporte, de la Universidad de British Columbia de Vancouver, Canadá) formó el primer grupo experimental de remo compuesto por mujeres operadas de cáncer de mama, en contradicción a los tratamientos propuestos en esa época que decían que no debían mover el brazo, sujetándolo con un cabestrillo y que nunca más tenía que levantar peso con ese brazo”.
Además agrega “Los estudio médicos y publicaciones sobre más de 50 mujeres que tuvieron cáncer de mama y remaron en el bote dragón, revolucionaron el campo de la medicina post cáncer de mama”.
Los primeros equipos rosas se forman a partir del año 1996, se les llaman equipos de sobrevivientes de cáncer de mama, así comienzan a remar y se forman dos equipos en Canadá y un equipo en Estados Unidos.
El primer equipo que se forma en Canadá “Abreast in a boat”, Teplitzki nos explica “se usó un juego de palabras, ya que a breast significa “un pecho” mientras que abreast significa “uno al lado del otro”, estos botes cuentan con 10 filas de dos asientos donde las participantes reman lado a lado y son todas mujeres operadas de cáncer de mama.
“Nosotras somos sobrevivientes que remamos lado a lado, ponemos el pecho, lo que estamos haciendo es darle lucha el cáncer de mama mediante una actividad física que nos mejora la salud y que nos provee una vida sana y activa luego del diagnóstico y el tratamiento”.
Según nos cuentan en el año 2018 participaron en el Encuentro Mundial de grupos rosas, era la primera vez que el continente se unía al movimiento mundial de remadoras rosas, de la Comisión Internacional que las nuclea con 218 equipos de los cinco continentes.
En relación al ejercicio nos dice “Sobre remar es un ejercicio completo, la fuerza de piernas empuja el cuerpo, donde los brazos extendidos hacen un movimiento conjunto con la cadera, la espalda, las piernas y los abdominales, todo este ejercicio fortalece el cuerpo y reduce el linfedema” y además agrega “está comprobado que genera un drenaje linfático natural, una mejoría que dura un efecto más prolongado que el drenaje linfático manual”
Sobre prevenir salva vidas nos dice, “Es así, a partir de la detección temprana por medio de mamografía, ecografía y autoexamen mamario, existe una campaña mundial para recordarles a las mujeres sobre la importancia de la detección temprana por medio de las campañas de medicina preventiva”.
Rosas del Plata es una Asociación Civil sin fines de lucro que gracias al aporte de sus socias y a la colaboración desinteresada logran llevar el mensaje esperanzador a buen puerto.
Tienen un claro objetivo a lograr que es participar en el próximo encuentro mundial de “remadoras rosas” a desarrollarse en Nueva Zelanda, en abril de 2023, representando a nuestro país.
“Los invitamos a acompañarnos en este apasionante proyecto, su aporte y compromiso son fundamentales para nosotros” concluye Débora Teplitzki.