Una cosa son los efectos nocivos que eventualmente genera el uso de los dispositivos, y otra el miedo a la tecnología. A eso último se llama tecnofobia: es la aversión hacia las nuevas tecnologías, de un modo irracional.

Tanto en ensayos científicos como en textos literarios, se emplean términos alternativos para hablar de aquel temor y de otros que se relacionan a él. Por ejemplo, tecnoparanoia, tecnoestrés, ciberfobia y computerphobia, en inglés, en ese caso en alusión a las computadoras.

“Lo nuevo siempre genero resistencias, históricamente se desconfía y se tiende a sostener lo conocido. También a nivel personal puede haber una tendencia a desconfiar de lo que no se puede controlar. Hay personas que tienen más tendencia a rechazar lo nuevo que otras. Temor a perder su lugar, a no poder manejar lo nuevo”, explica en diálogo con TN Tecno la psicóloga Fiorella Litvinoff, licenciada en la Universidad de Buenos Aires.

Conchi Castellanos, doctora en Psicología Experimental y Neurociencias del Comportamiento en la Universidad de Granada, España, señala por su parte en la publicación Maldita que la tecnofobia puede definirse como un “miedo irracional y/o ansiedad que se produce como respuesta a nuevos estímulos derivados de una tecnología que modifica la manera normal (rutina) o previa en la que la persona realiza una cierta tarea o trabajo”.