Samsung podría ser la primera compañía en poner uno de estos dispositivos en la calle, a más tardar a principios del 2019.
Los rumores indican que el smartphone, que podría llamarseSamsung Galaxy X, vería la luz en febrero del próximo año, con un costo bastante alto: unos 1.800 dólares, de acuerdo a techradar.
La expectativa es que el dispositivo tenga una pantalla OLED de 7.3 pulgadas que pueda plegarse hasta quedar en 4.5 pulgadas
«Afiliados y subcontratistas de Samsung Electronics comenzarán a suministrar partes a la división de dispositivos de la compañía a partir de, en principio, noviembre, para que la empresa pueda fabricar el teléfono y lanzarlo el próximo año», dijo a Korea Times Park Hyung-woo, analista de Shinhan Financial.
En una conferencia reciente, el gigante surcoreano confirmó que está trabajando en un teléfono plegable, pero no dio más precisiones. De hecho, el vocero de Samsung Display, Kim Ho-jeong, dijo que la compañía no tenía comentarios oficiales sobre el aparato.
Samsung ha presentado varias patentes relacionadas con el teléfono, incluida una que le permite al dispositivo plegarse sin dañar los componentes internos. La última patente, llamada «músculo artificial», especifica cómo los componentes se mueven en sincronía con la pantalla para protegerlos.
Samsung espera picar en punta con esta tecnología, aunque no va a ser fácil: se sabe que tanto ZTE como Huawei están detrás de desarrollos similares, y es solo cuestión de tiempo hasta que salgan también al mercado.
La idea de un teléfono con pantalla plegable no es nueva para Samsung, que ya presentó un prototipo en 2011.