Se llama Eye Capital y también funciona en otros mercados como Madrid, Hong Kong y Londres. Está basado en inteligencia artificial, monitorea más de 9.000 títulos financieros en tiempo real y arma portfolios de inversión.


 

Eye Capital es un robot en cuanto que es un complejo sistema de inteligencia artificial, pero no tiene forma humanoide. Es un cerebro potenciado por una red neuronal de aprendizaje profundo o deep learning que está en constante evolución. Por eso, cuanto más abocado está a su tarea –que en este caso son las operaciones bursátiles– mayor conocimiento adquiere y se va perfeccionando en su tarea.

«El sistema monitorea más de 9.000 títulos financieros de diferentes mercados en tiempo real, calcula más de 300 indicadores técnicos de cada uno de ellos, procesa noticias financieras con algoritmos de procesamiento de lenguaje natural y estadística bayesiana. Con todo ello se conforma un portfolio de inversión, el cual actualmente tiene 54 títulos en cartera y se rebalancea de acuerdo a una serie de reglas lógicas aprendidas por nuestra inteligencia artificial», explica

Juan Pablo Braña, uno de los seis fundadores de Eye Capital.

El equipo detrás de este desarrollo está conformado por seis argentinos con diferentes especialidades. Braña, al igual que Alexis Sarghel y Federico Massa, viene del área de sistemas y los tres están especializados en inteligencia artificial. El resto del equipo está integrado por Adrián Raguza, que es contador; Nicolás Paladini, ingeniero industrial; y Alejandra María José Litterio, traductora de inglés con una maestría en análisis del discurso.

«Tener una especialista en lingüística en el equipo es muy importante porque ayudó a configurar el sistema para que comprenda mejor el lenguaje natural», remarca Adrián Raguza.

El robot, en apenas tres segundos, puede leer lo que un humano podría leer en cinco años. Y además de tener esa velocidad y capacidad, analiza los datos de manera contextualizada y toma decisiones.

«En Eye Capital contamos con un departamento de investigación con los más altos estándares para validar todos nuestros algoritmos como lo tienen todas las empresas tecnológicas y financieras de élite que componen los mercados más importantes del mundo como por ejemplo Wall Street y LSE, entre otros», aclara Litterio.

El sistema hizo su debut en la Bolsa de Nueva York el 8 de mayo y ya funciona en Madrid, Hong Kong y Londres. Además, en pocos días desembarcará en la Argentina. De acuerdo con Raguza, ya están trabajando con unos 30 clientes y el sistema generó un 14% de rentabilidad.

«Nuestro equipo lleva años desarrollando su propia infraestructura, que posee un framework donde corren nuestros algoritmos, grandes bases de datos donde se almacena la información en tiempo real, y un poderoso motor FIX que conecta los algoritmos con diferentes mercados del mundo», detalla Sarghel.

La mayoría de las operaciones en muchas bolsas del mundo están manejadas por algoritmos, pero en este caso, gracias a los complejos modelos matemáticos de aprendizaje que lo sustentan, el robot puede aprender de eventos pasados, tanto en lo que se refiere a la gestión de riesgos como a la toma de decisiones.

«El sistema ejecuta y arma las carteras. No es un broker porque no tenemos cuenta comitente. El robot ejecuta a través de la cuenta del usuario», resume Raguza.

Cuánto cuesta el servicio

Para poder usar este cerebro digital hay que ingresar a la plataforma de Eye Capital y seguir los pasos detallados allí. El servicio tiene un 2% de fee inicial sobre el capital. Esto se paga por única vez y luego hay que abonar un 5% semestral sobre la utilidad de las inversiones.

«Los algoritmos corren en los servidores de Eye Capital que envían señales de compra/venta de títulos financieros a los brokers asociados a nuestra empresa. Aquí es importante mencionar que Eye Capital no gestiona el dinero de nuestros clientes, sino que funciona como puente tecnológico entre los inversores y sus respectivos brokers», concluye Braña.