La nuez tiene múltiples propiedades beneficiosas para nuestro cuerpo: para empezar, ayuda a la circulación sanguínea, evitando la coagulación y la formación de trombos en las venas y arterias. Además, es antiinflamatoria y antialérgica, ideal para los problemas hepáticos y para disolver cálculos.
No solo eso, sino que también ayuda a orinar, previene el mal funcionamiento del sistema inmune, reduce el colesterol y mejora la síntesis de proteínas. Además, las nueces ayudan a reducir la presión arterial. Estos frutos secos son ricos en antioxidantes, que nos protegen del ataque constante de radicales libres, que entre otras cosas, aceleran el envejecimiento y actúan en la generación de enfermedades.
Este delicioso fruto contiene también vitamina E, una vitamina muy importante en el cuidado de la piel, no sólo para devolverle su belleza sino para prevenirla de ataque externos que la puedan dañar. Nos ayuda a generar enzimas esenciales,
Consumir nueces nos evita enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, cáncer de mama, colón y próstata, enfermedades neurológicas,
Los efectos de la nuez sobre el cerebro
¿Te ha parado a pensar lo similares que son las nueces con el aspecto de nuestro cerebro? No solo eso, la forma en que se desarrolla una nuez es muy similar a la forma en la que se desarrolla nuestro cerebro.
De esta forma, los nutrientes de la nuez son más fáciles de absorber por el cerebro. Estos nutrientes son muy importantes para el correcto desarrollo del sistema nervioso, y utilizados a menudo en los procesos que lleva a cabo el cerebro.
La nuez es un alimento rico en calorías -provenientes de las grasas y las proteínas-. También son ricos en ácidos grasos esenciales, especialmente el linoleico, de forma que no harán daño al sistema cardiovascular, sino que también puede reducir la cantidad de lípidos en sangre y el colesterol. Las nueces son excelentes en calidad y cantidad de proteínas, en fibra, vitaminas y minerales.
Todos estas características de la nuez permiten proteger la salud del cerebro de los recién nacidos, mejorar el rendimiento cognitivo en adultos y prevenir el deterioro del mismo, mejorando la memoria y el lenguaje.