Apps como Tinder, Happn y Grindr ya son la modalidad de encuentro más común, y un estudio afirma que las parejas que se forman de esta manera son más duraderas
Aquellos que establecieron una relación estable hasta la década de 1990 probablemente encontraron a su pareja gracias a que fueron presentados por un amigo o familiar. Otra posibilidad es que se hayan conocido en el barrio, un centro educativo o algún lugar que frecuentaban.
Tras estudiar a través de fórmulas matemáticas cómo se formaron 19 mil matrimonios que se celebraron entre los años 2005 y 2012 en Estados Unidos, los economistas Josué Ortega, de la Universidad de Essex, Reino Unido, y Philipp Hergovich, de la Universidad de Viena, Austria, llegaron a la conclusión que el uso de estas herramientas digitales están llevando a que se formen nuevos tipos de parejas que, a su vez serían más estables que las formadas de la manera tradicional.
Este fenómeno empezó a cambiar con el surgimiento de los sitios de citas, y logró su auge más tarde, con el lanzamiento de aplicaciones móviles que persiguen el mismo objetivo como Tinder, OK Cupid, Happn o Grindr, por mencionar solo algunas.
Según el estudio llamado La fuerza de los vínculos ausentes: integración social mediante citas online, que fue dado a conocer a fines de 2017, los recursos de citas online nos permiten conocer personas que no están en nuestros círculos sociales existentes, y su popularidad ha crecido de forma tal que la investigación sentencia que es la segunda forma más común de encuentro de parejas heterosexuales y la más común para parejas homosexuales. Además, más de un tercio de los matrimonios que se concretan hoy involucra a personas que se conocieron a través de la Web. Incluso, desde el lanzamiento de estas herramientas está en aumento el número de casamientos interraciales, al menos en Estados Unidos.
«Las personas tienden a conocerse en internet de forma casual y, cuando el encuentro se produce de esta manera, se establecen vínculos sociales que antes no existían», señalan los autores.