Análisis del recorrido del Brasil campeón, el desarrollo de Argentina en la Copa y la polémica sobre el uso del VAR.
Brasil comenzó el certamen goleando a Bolivia por 3 a 0, luego en la segunda fecha igualó con Venezuela y por el último partido de la fase de grupos, goleó a Perú 5 a 0. Lejos estuvo ese partido de ser similar al de la final. En cuartos de final, empató con Paraguay y en los penales fue superior accediendo de esta manera a la semifinal y en frente estaba la selección Argentina. Una selección Argentina que fue de menor a mayor. Comenzó perdiendo con Colombia 2 a 0, luego igualó con Paraguay 1 a 1 y en el último partido de la fase de grupos ante Catar y estaba obligada a ganar para pasar a la próxima instancia y lo logró fue 2 a 0. En cuartos de final se enfrentó con la “Vinotinto” y la superó también por dos tantos contra cero.
Ya en la semifinal, Brasil se enfrentaba con Argentina. En la previa podíamos ver un partido parejo, en donde se pensaba que la presión de la localía se iba a sentir en el combinado dirigido por Tité. Sin embargo, eso solo se presenció por momentos. El conjunto dirigido por Lionel Scaloni fue superior en los 90 minutos, tuvo más situaciones de gol y manejó mejor el balón, pero la selección brasileña golpeó en los momentos justos y tuvo la efectividad que no tuvo el equipo argentino. El primer gol de Brasil llega por una gran maniobra de Dani Alves- Fue elegido el mejor jugador de la Copa- dejando a dos jugadores argentinos en el camino, abriendo con Roberto Firmino y este ejecuta un centro al área y Gabriel Jesus, solo, sin marca, la termina empujando y nada que hacer para Franco Armani, el arquero de River. En el segundo tiempo, Brasil aprovecha un contragolpe y se pone dos tantos arriba. Gran corrida de Gabriel Jesus, que le ganó en el duelo individual a Pezzella, dejó a Foyth y a Otamendi en el piso con un giro y asistió a Firmino para concretar el segundo tanto del partido. Brasil pasó de ser silbado en los primeros encuentros, a ser la alegría de todo el país.
Con respecto al uso del VAR, generó polémica en todo el continente sudamericano. El ecuatoriano Roddy Zambrano fue el árbitro del encuentro entre Argentina y Brasil y no vio dos jugadas polémicas dentro del área brasileña. Un pisotón de Dani Alves a Agüero y un codazo de Arthur a Nicolas Otamendi cuando la pelota estaba en movimiento que el árbitro no cobró y de arriba tampoco lo llamaron para que vaya a verla. Esto dijo hace unas horas el referí: “En la jugada de Otamendi, el VAR revisó y determinó que era 50 y 50, no me llamó para verla, no consideraron que fuera una jugada de penal claro. Con el diario del lunes digo que me podrían haber llamado. En la primera jugada es claro que Agüero pisa a Dani Alves”. En mi opinión es raro que durante todos los partidos de la Copa el VAR revise todas las jugadas de primero al último encuentro ante Perú pero contra Argentina no lo llamaron por ninguna. En fin, es otra cosa a mejorar de cara al futuro. De corrupción no voy a hacer referencia, para tener pruebas de que alguien es corrupto hay que demostrarlo. Por otro lado, los argentinos vieron a un Messi eufórico, declarando ante la prensa post-partido con Brasil luego de la derrota: “Lamentamblemente veo que está armada la Copa para Brasil. Ojalá que el VAR y los árbitros no influyan en la final y que Perú pueda competir. Tiene buen equipo pero es difícil.” Muchos reclamaban este liderazgo del capitán argentino, que salga con la cabeza arriba a expresarse ante los medios sea cual sea el resultado. Messi salió y largó varias bombas contra la Conmebol. Lo cierto es que estas declaraciones pueden constarle una sanción de como mínimo 2 partidos y como máximo 2 años.
Por último, en la final desarrollada en el Maracaná, Brasil se mostraba como el favorito por la jerarquía individual, es decir, por los nombres, por cómo había mejorado su juego en el certamen, por la confianza que tenía su gente en los jugadores y con el factor emocional extra de haber podido dejar en el camino a nada más y nada menos que a su clásico rival en semifinales. La columna vertebral del equipo la integraban: Alisson -elegido mejor arquero de la Copa-, Thiago Silva, Arthur, y el poderío ofensivo que era difícil de neutralizar. Gabriel Jesus, Roberto Firmino y Everton. La selección brasileña fue superior a Perú que igualmente le jugó de igual a igual pero le costó anular a los atacantes de Brasil. Gabriel Jesús fue un dolor de cabeza para el lateral izquierdo peruano Trauco que no se cansó de encararlo y por ahí llegó el primer tanto, tras picar a su espalda, envío un centro para que Everton, sin marca -lo había perdido Advíncula- termine dándole un ‘pase a la red’. Guerrero igualó el encuentro desde el punto penal. Ya en el complemento, tras una gran jugada de Arthur dejando a dos jugadores en el camino le otorga un pase a Gabriel Jesús que sin marca y con el arco de frente porque el defensor central Zambrano se había resbalado, sella el 2 a 1. Por último, Richarlison -de un penal inexistente que el árbitro chileno Tobar cobra y luego decide ir al VAR para verla nuevamente- sentencia el encuentro.
Juan Firpo