1. La piña
La piña tiene como principales beneficios su acción diurética y antiinflamatoria.

Favorece la circulación linfática y es rica en cobre y manganeso, dos minerales esenciales que nos ayudan a depurar el exceso de sodio de nuestro cuerpo.

Asimismo, gracias a la bromelina y a la vitamina C, reducimos esos procesos inflamatorios que cursan con la acumulación de sodio en el organismo y que tanto afectan a nuestra salud renal.

Consúmela siempre fresca, evita la piña envasada y saca partido a tu imaginación para tenerla siempre presente en tu dieta.

2. El orégano

El orégano lo podemos utilizar como fabuloso condimento y sustituto de la sal.

Algo que es recomendable recordar en nuestro día a día es que el sodio está presente en todos aquellos alimentos procesados, como puede ser por ejemplo, el pan.

Un modo de reducir esa carga de sal presente en el pan que comemos a diario es añadiéndole una cucharada de aceite de oliva con un poco de orégano. Te encantará.

Además, el orégano contiene beta-cariofilina (E-BCP), una sustancia que inhibe la inflamación y que favorece la circulación sanguínea.
No dudes en tenerlo siempre presente en tu dieta.

3. Las fresas
El consumo regular de fresas orgánicas nos ayudará no solo disfrutar de una mejor salud renal, sino que, además, reduciremos los niveles de ácido úrico, la hipertensión y nuestro colesterol malo o LDL.

Sin embargo, recuerda consumirlas siempre de forma natural.

En el momento en que tomemos la clásica mermelada de fresas o ese jugo envasado, estaremos añadiendo sin saberlo, un alto nivel de sodio a nuestro cuerpo.

Las fresas maduras, al igual que las frambuesas maduras, son más ricas en flavonoides que las fresas más verdes o las congeladas que encontramos a día de hoy en el supermercado.

No dudes en aprovechar la temporada de esta fruta y hacer partícipe a toda la familia de su maravilloso sabor y sus beneficios.

4. Las alcachofas

La alcachofa equilibra la presión sanguínea gracias a su vitaminas y a su reducida cantidad de sodio.

Es maravillosa si la consumimos con un poco de aceite y jugo de limón. De ese modo, favorecemos la depuración del hígado y el cuidado de nuestra salud renal gracias a sus ácidos, sus vitaminas y sus enzimas.

5. El cilantro
El cilantro es un diurético natural muy potente del que podemos aprovecharnos añadiéndolo en nuestras sopas o ensalada.

Su sabor es intenso y original combina muy bien en ciertos platos donde puede actuar como adecuado sustituto de la sal.

Además, nos ayuda a disminuir la presión sanguínea, reduciendo los clásicos efectos asociados a la hipertensión como pude ser, por ejemplo, el dolor de cabeza o las migrañas.

6. El ajo
¿Tienes ya en tu cocina sal de ajo? Si no es así, no dudes en hacerte con este recurso natural y más que acertado para reducir tu hipertensión y seguir disfrutando de tus comidas sin echar en falta la sal de mesa.

El ajo es un alimento medicinal que no puede faltar en la cocina. Actúa como antibiótico, reduce la hipertensión, y contiene alicina, una enzima que cuida de nuestro corazón y de la salud renal.

7. Los rábanos

Los rábanos tienen un sabor inconfundible, sientan bien y son casi tan medicinales como los propios ajos.

Este vegetal tan común en la cocina de la India, dispone de notables efectos antihipertensivos.

Su secreto está en el acetato de etilo, un compuesto del que podemos beneficiarnos siempre y cuando lo consumamos de modo natural.

El esfuerzo por “masticarlo” y sentir su intenso sabor vale sin duda la pena… Y la salud.

 

María Macarena

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