El 2 de junio es el día en que se rinde homenaje a los Bomberos Voluntarios de la Argentina rememorando aquella primera iniciativa que dió comienzo a los Bomberos Voluntarios de la Boca.
Por: Nahuel Leto
En La Provincia News entrevistamos a Suboficial Sergio Arce quien es bombero voluntario en la Central de Bomberos de Pilar, nos metemos en la piel de un bombero con 30 años de experiencia quien nos cuenta como es ser bombero. ¿Cómo es ser Bombero en lo cotidiano que les toca vivir? Nos cuenta que la vida de bombero es muy sacrificada, para cumplir con las obligaciones de Bombero voluntario, nos comenta “tenés que tener una familia que te apoye, porque si no es muy difícil ser bombero voluntario”. Con la satisfacción de tener una familia con espíritu de bombero, nos dice que sus dos hijos siguen el mismo camino y que su hija en su momento quiso entrar al cuerpo, pero en esa época no admitían personal femenino, hoy esas cuestiones cambiaron. En el cuartel somos 120 bomberos que además cada uno tiene su profesión, cada bombero aporta al cuartel lo que sabe hacer, de esa forma la estación recibe el mantenimiento que necesita. La seguridad es una constante en la vida del bombero la prioridad es el resguardo y la integridad física del rescatista primero, para que el rescate sea realizado con éxito. ¿Cuándo uno termina una buena jornada, se siente esa sensación de héroe después de haber rescatado a alguna persona? Cada uno maneja esta cuestión de sentirse héroe muy a su modo, cuando ya tenés tanto tiempo de experiencia lo manejas de una forma distinta. Nos cuenta sobre rescates que han salido bien, “te quedas con esa linda sensación de haber podido salvar vidas, como también en otras situaciones en las que no pudimos hacer nada, en esos momentos necesitas el apoyo de tus compañeros y de tu familia, para superar el momento”. En muchas ocasiones los han visitado en el cuartel para agradecerles en persona, “son momentos muy emotivos”. Ser bombero uno lo elige y eso conlleva el cumplimiento de un reglamento, cumplir 50 horas de servicio, cumplir guardias nocturnas y diurnas, cumplir el llamado de emergencia, salir corriendo estés donde estés, para llegar al lugar del incendio. Los bomberos que componen el cuartel tienen otro trabajo y después de trabajar hay que presentarse al cuartel a realizar trabajos de mantenimiento y limpieza, entre risas me dice “esas cosas que no haces en tu casa, en el cuartel las haces”. ¿En cuanto a la vida con la comunidad y con otros cuarteles cómo es? Hace un tiempo presentó un proyecto para trabajar la prevención con la comunidad y surgió la idea de una mascota del cuartel, el nombre lo eligió la comunidad por votación y le quedó –Chispa-. En relación a esto nos dice “Ya hace dos años que con Chispa trabajamos en la prevención con alumnos de colegios y jardines de infantes, es el perro bombero de la estación que ahora en pandemia hace zooms con los chicos. También Chispa ha visitado otros cuarteles provinciales en Córdoba, Mendoza y San Luis y participó del Circo Luxor con los payasos en una presentación”. Nos cuenta también “hemos recibido como parte de en un intercambio internacional, por medio del Rotary Club, a bomberos de Estados Unidos que se han asombrado del conocimiento, capacitación y preparación que tiene el cuerpo de bomberos voluntarios de Argentina, ya que ellos nos son voluntarios sino cobran un sueldo”. ¿Cómo elegiste ser Bombero y qué te motivo a unirte al cuerpo de bomberos? El Suboficial Sergio Arce nos cuenta que de chico su padre era bombero en la policía de la provincia de San Luis, y como esas cuestiones que se pasan de padre a hijo, decide con 18 años unirse a la Policía Federal Argentina. Pero su destino de servicio a la comunidad no continuaría por ese camino con la venida a Buenos Aires, dejó de ser policía dado que Buenos Aires era una ciudad muy distinta a San Luis y por unos años se dedicó a ser comerciante. En el año 1992 se unió al cuerpo de Bomberos Voluntarios de Jose C. Paz, en aquel entonces era el destacamento N°1 de Bomberos Voluntarios de General Sarmiento en San Miguel. Y en 1997 adoptando Pilar como su hogar para vivir y criar su familia, ingresó a los Bomberos Voluntarios de Pilar. El Suboficial Arce tiene 30 años de servicio en el cuerpo activo, en el día de hoy, eligió pasar a retiro, nos cuenta “Cumplí con mis obligaciones con la sociedad y el cuartel, ahora es momento de dedicarle tiempo a mi familia, más allá de esto uno sigue siendo bombero toda la vida”. ¿Cómo es ser Bombero en lo cotidiano que les toca vivir? Nos cuenta que la vida de bombero es muy sacrificada, para cumplir con las obligaciones de Bombero voluntario, nos comenta “tenés que tener una familia que te apoye, porque si no es muy difícil ser bombero voluntario”. Con la satisfacción de tener una familia con espíritu de bombero, nos dice que sus dos hijos siguen el mismo camino y que su hija en su momento quiso entrar al cuerpo, pero en esa época no admitían personal femenino, hoy esas cuestiones cambiaron. En el cuartel somos 120 bomberos que además cada uno tiene su profesión, cada bombero aporta al cuartel lo que sabe hacer, de esa forma la estación recibe el mantenimiento que necesita. La seguridad es una constante en la vida del bombero la prioridad es el resguardo y la integridad física del rescatista primero, para que el rescate sea realizado con éxito. ¿Cuándo uno termina una buena jornada, se siente esa sensación de héroe después de haber rescatado a alguna persona? Cada uno maneja esta cuestión de sentirse héroe muy a su modo, cuando ya tenés tanto tiempo de experiencia lo manejas de una forma distinta. Nos cuenta sobre rescates que han salido bien, “te quedas con esa linda sensación de haber podido salvar vidas, como también en otras situaciones en las que no pudimos hacer nada, en esos momentos necesitas el apoyo de tus compañeros y de tu familia, para superar el momento”. En muchas ocasiones los han visitado en el cuartel para agradecerles en persona, “son momentos muy emotivos”. Ser bombero uno lo elige y eso conlleva el cumplimiento de un reglamento, cumplir 50 horas de servicio, cumplir guardias nocturnas y diurnas, cumplir el llamado de emergencia, salir corriendo estés donde estés, para llegar al lugar del incendio. Los bomberos que componen el cuartel tienen otro trabajo y después de trabajar hay que presentarse al cuartel a realizar trabajos de mantenimiento y limpieza, entre risas me dice “esas cosas que no haces en tu casa, en el cuartel las haces”. ¿En cuanto a la vida con la comunidad y con otros cuarteles cómo es? Hace un tiempo presentó un proyecto para trabajar la prevención con la comunidad y surgió la idea de una mascota del cuartel, el nombre lo eligió la comunidad por votación y le quedó –Chispa-. En relación a esto nos dice “Ya hace dos años que con Chispa trabajamos en la prevención con alumnos de colegios y jardines de infantes, es el perro bombero de la estación que ahora en pandemia hace zooms con los chicos. También Chispa ha visitado otros cuarteles provinciales en Córdoba, Mendoza y San Luis y participó del Circo Luxor con los payasos en una presentación”. Nos cuenta también “hemos recibido como parte de en un intercambio internacional, por medio del Rotary Club, a bomberos de Estados Unidos que se han asombrado del conocimiento, capacitación y preparación que tiene el cuerpo de bomberos voluntarios de Argentina, ya que ellos nos son voluntarios sino cobran un sueldo”.