Ingredientes:

  • 800 grs de pechugas de pollo
  • 4 zanahorias grandes
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cebolla
  • 2 tomates
  • Agua
  • 100 ml de nata para cocinar
  • 1 rebanada de pan
  • Sal al gusto
  • Pimienta negra molida al gusto
  • Azafrán en hebras
  • Aceite de oliva virgen extra

1. Pelamos y partimos en bastones las zanahorias; rallamos la cebolla muy fina; pelamos y rallamos los tomates; partimos las pechugas de pollo en trozos de unos dos centímetros de lado y las salpimentamos. Reservamos.

2. Ponemos una cazuela al fuego con aceite de oliva virgen extra Picual y freímos los dientes de ajo enteros y sin pelar. Retiramos los ajos y freímos en el aceite la rebanada de pan hasta que esté dorada por ambas caras.

3. Hacemos un majado poniendo en un mortero los dientes de ajo fritos pelados, un poco de sal, la rebanada de pan y las hebras de azafrán hasta que formen una pasta homogénea. Reservamos

4. En la cazuela anterior ponemos un poco más de aceite de oliva a fuego medio y freímos los trozos de pollo hasta que se sellen por todas sus caras. Retiramos y reservamos.

5. Pochamos la cebolla rallada. En cuanto empiece a coger color, añadimos las zanahorias en bastones y las cocinamos durante unos minutos, tras los cuales añadimos el tomate rallado. Condimentamos con un poco de sal y pimienta negra molida, damos unas vueltas y dejamos que se cocine a fuego medio tirando a bajo hasta que el tomate pierda la mayor parte de su jugo.

6. Incorporamos el pollo y lo mezclamos con el sofrito, añadimos el agua y el majado que habíamos hecho previamente, cocinamos todo junto hasta que este completamente cocido

7. Servírtelo en un plato y ¡Buen provecho!