El astro fue operado ayer de un hematoma en la cabeza y permanece en una habitación de terapia intensiva en la Clínica Olivos
Luego del primer parte médico del día en la puerta de la Clínica Olivos, mientras se desarrollaba una reunión de parte del círculo íntimo de Maradona en las oficinas de Matías Morla, Leopoldo Luque, médico personal de Diego, dialogó por teléfono con el abogado para actualizarle la información sobre la evolución del astro, de 60 años, luego de la operación que le realizaron anoche para evacuarle un hematoma en la cabeza. Allí ofreció noticias auspiciosas, sobre todo tratándose de un paciente de riesgo que fue intervenido en una zona sensible. “Responde sin problemas a los estímulos”, subrayó el neurocirujano durante la conversación.
Se trata de una sentencia que fue un paso más allá de lo que dijo ante los medios en su primer contacto del día: “De secuelas no hablamos, no pensamos, no vemos ahora ese tipo de complicación. No hay ningún tipo de complicación”. Luque estuvo al frente de la operación, acompañado de un equipo de especialistas (Rodolfo Benvenuti, Pablo Rubino, Eduardo Salas, Ariel Sainz, Santiago Erice y Fidel Sosa). En las últimas horas advirtió que “la evolución de Diego es día a día. Hoy va a estar en terapia intensiva. Vamos a ver si hacemos una tomografía de control».
Ya en el segundo parte, sus palabras reflejaron el optimismo que había vertido en su contacto con el entorno del entrenador. “Está conectado, de muy buen humor, la recuperación nos asombra, ya ha pasado con Diego”, subrayó a las 19, cuando volvió a dejar sus impresiones ante los micrófonos.
“Pidió agua, y me decía ‘vos te querés retirar como un campeón’. Me saludó, me preguntó cómo estaba, les decía a los de seguridad: ‘Sáquenlo a Luque’”, contó, distendido, las ocurrencias de un Maradona más relajado tras el mal momento.
Si bien todavía no hay certezas respecto de dónde continuará Maradona su recuperación (se espera que, de no mediar inconvenientes, reciba el alta hacia el fin de semana), por el momento todo indica que será en su casa en el barrio privado Campos de Roca, en Brandsen. Para el equipo médico que lo asiste, la clave es que “pueda descansar y estar tranquilo” hasta que poco a poco, si la salud se lo permite, vaya recuperando su rutina.
Maradona recibió varias propuestas para reponerse en paz en destinos del exterior que, por el momento, quedaron sólo en ofrecimientos. “Diego ama a Cuba, ayer hablé con el hijo de Fidel Castro. Tanto Venezuela como Cuba son países amigos para que Diego esté, pero Diego está con la cabeza en Gimnasia. Diego va a seguir siendo técnico de Gimnasia porque la parte cognitiva no se vio nunca afectada”, avisó Morla en su paso por la clínica esta mañana.
La salud de Maradona se transformó en cuestión de Estado para todo Latinoamérica. “Gracias a todas las personas que se comunicaron por la salud de Diego, desde el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, el presidente Maduro, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, Kicillof y todas las autoridades de la Nación. Así también Evo Morales y todos los mandatarios de Latinoamérica que están preocupados por la salud”, enumeró el apoderado.
Tras la incertidumbre por el hallazgo del edema y la operación inesperada, sus afectos lo rodearon en la Clínica Olivos. Johny, su sobrino, lo acompañó a lo largo de la noche. También pasaron sus hijas Dalma, Gianinna y Jana, además de su hermano Lalo. Y Verónica Ojeda, ex pareja del campeón del mundo y madre de su hijo más pequeño, Dieguito Fernando.