Sara Errani se quejó de la actitud que tuvo la neerlandesa Kiki Bertens, que tuvo que ser asistida después de ganarle a la italiana por la segunda ronda del Grand Slam parisino
Fue una de las postales que dejó una nueva jornada de acción en Roland Garros. Este miércoles, después de vencer en un partido maratónico que duró más de tres horas, Kiki Bertens tuvo que ser asistida para salir de la cancha. Visiblemente cansada, la tenista de los Países Bajos sufrió calambres en todo su cuerpo y tuvo que ser retirada en silla de ruedas tras superar a Sara Errani por la segunda ronda del Grand Slam que se disputa en París.
Más allá de lo que sucedió durante el juego en la cancha 14 del complejo Stade Roland Garros, la definición del partido marcó lo que sucedió con las protagonistas cuando tuvieron contacto con los medios en Francia. Después del 7-6 (5), 3-6 y 9-7 en el último parcial en favor de la número 5 preclasificada en el torneo, la italiana aprovechó los micrófonos para quejarse por la actitud que tuvo Bertens en el set decisivo.
“Sobre el partido… no me gusta cuando alguien se burla de mí. Ella puede jugar un partido increíble. De hecho, jugó un partido increíble, pero no me ha gustado toda la situación. Durante una hora está lesionada, más tarde empieza a correr como nunca. No me gusta eso”, declaró Errani, que en la parte final del juego hizo ademanes contra su rival porque creyó que estaba fingiendo sus dolencias.
“Se va de la pista en silla de ruedas, una hora después está en el restaurante, comiendo perfectamente. No me gustan esas cosas, lo siento”, advirtió la raqueta de 33 años que se encuentra en el puesto número 150 del ranking de la WTA.
Al ser consultada sobre si creyó que Bertens realmente se lesionó durante el enfrentamiento, la italiana fue contundente: “No lo sé. ¿La has visto correr menos de lo normal en el último set? Ha corrido como nunca durante una hora, luego otra hora… ya sabes cómo son estas cosas. Está claro, buen trabajo por su parte. Si lo quieres hacer de esta manera, sigue siendo un buen trabajo. Simplemente pienso que puede hacer lo mismo sin necesidad de todo esto. Estoy mal, porque me ha dolido y me ha hecho enfadar, pero a ella le doy mis felicitaciones”, dijo.
Por su parte, cuando llegó la hora de hablar para la número 8 del mundo en el circuito profesional de tenis femenino, aprovechó el espacio para explicar lo sucedido y defenderse de las acusaciones de su rival.
“Podrá decir lo que quiera, pero si dice que ha sido una gran actuación, quizá deba tomar clases de actriz y dedicarme a esto. No tengo claro qué es lo que piensa exactamente, pero les aseguro que no me encontraba bien en la pista. Los calambres iban y venían, se movían por todo mi cuerpo”, explicó Bertens.
Y agregó: “Puedo entender su frustración hasta cierto punto, por supuesto. Ella ha tenido muchas oportunidades, pero no supo convertirlas. Sé perfectamente lo que se siente cuando pasas por algo así, no es nada personal entre nosotras”.
Una vez que aclaró la situación que se generó con Errani, la tenista holandesa contó detalles de cómo atravesó sus problemas físicos y su salida de la cancha en silla de ruedas. “Fue algo realmente malo. Una nunca quiere abandonar la cancha de esa manera. Así que me lo tomé con calma, en ese momento no podía ni siquiera caminar. Los fisioterapeutas me apuntaban que no insistiera en caminar, mientras tanto yo decía que sí, que sí podía. En ese momento mi pierna izquierda comenzó a acalambrarse de nuevo”.
“Al finalizar el partido todo ha ido a peor, estuve unos 45 minutos con los fisioterapeutas y solamente cuando pasó media hora de reloj se fueron por fin los calambres. Hubiera estado bien que Sara hubiera estado allí conmigo para que viera lo que pasó”, concluyó.
El desarrollo del partido entre las europeas dejó una particular referencia estadística. Durante los tres sets se combinaron para lograr 24 puntos de quiebre, 10 de ellos consecutivos en el segundo parcial del encuentro. Gracias a la victoria frente a la oriunda de Italia, Bertens jugará este viernes por la ronda 3 de Roland Garros frente a Katerina Siniakova, de la República Checa.