Entrevista a Marco Wolf (22) arquero de Club Atlético Tigre y estudiante de Medicina.


Estudiar una carrera universitaria requiere de disciplina y dedicación. Marco Wolf tiene 22 años y actualmente es arquero de Club Atlético Tigre. Además de su carrera futbolística estudia Medicina. Hijo del diputado nacional Waldo Wolf, Marco cuenta cómo es llevar adelante ambas exigencias. Replanteos en el rumbo estudiantil y reflexiones de la vida deportiva.

 

¿Cómo haces para combinar tus estudios con el deporte?

A veces es bastante simple. En otros momentos es complejo en función de los tiempos de la semana o del mes porque se hace media jornada de entrenamiento salvo en etapa de pretemporada o viajes. La mayoría del tiempo del año nosotros entrenamos a la mañana y a la tarde tenemos libre.

 

¿Se complica combinar ambas disciplinas?

En cierto momento se hizo complicado porque me costaba mucho ir a rendir los exámenes. En la facultad fijaban los horarios de examen por la mañana. Yo cursaba a la tarde.

Básicamente entreno a la mañana, voy a cursar a la tarde y los días que tengo más libre voy al gimnasio. Me preparo para los partidos.

 

¿Conoces futbolistas compañeros tuyos u otros jugadores hacen carreras de grado?

Sé que hay muchos médicos que han sido futbolistas y médicos que han sido arqueros. Es una interesante particularidad. Tengo compañeros que están estudiando en la facultad, licenciaturas, carreras de grado como administración de empresas.

 

Tu papá fue arquero: ¿Seguiste sus pasos?

Mi papá fue arquero del ascenso, nivel metropolitana. Tengo una relación excelente y lo tengo como ejemplo porque a la par de su carrera deportiva continuó con sus estudios en administración de empresas. Ya desde el vamos sabía que es posible, es cuestión de ponerle garra. Con ganas y actitud podes terminar cualquier carrera. Yo además tengo la posibilidad de desocuparme al mediodía y tener tiempo de descansar.

 

¿Cómo empezaste a jugar a la pelota?

Yo siempre ataje en fútbol amateur. Tengo memoria que atajo con amigos en club de barrio en una liga ultra amateur. Y recuerdo el momento específico en el que le digo a mi viejo que quería prepararme para ser profesional. Seguramente tenía 13 o 14 años. Y lo primero que hizo fue llevarme a un centro especializado de entrenamiento de arqueros donde me empecé a preparar. Tuve dos años de preparación para poder probarme en un club de AFA y con 15 años hice una prueba en Tigre y quedé.

Lo que recuerdo bien es que mi viejo me acompañó y me llevo a entrenar. Siempre mis viejos me acompañaron y me llevaban a entrenar y a prepararme para estar a la altura y poder lograr jugar en primera.

 

¿Qué valores te inculcaron?

Desde el vamos, lo que siempre me inculcaron mis viejos es “que hiciera lo que yo quisiera”. Si quería ser ingeniero, futbolista, médico o futbolista-médico, ellos siempre me iban a apoyar en mi vida académica o deportiva. En consecuencia, cuando opte por el camino deportivo ellos querían que yo termine mis estudios. Fueron años duros, mis ultimos 3 años de secundario iba a entrenar a la mañana a Tigre en quinta y cuarta división y a la tarde iba corriendo al colegio. Salía a la tarde e iba a entrenar devuelta. Mis viejos me inculcaron la perseverancia. Soy un poco testarudo con lo que quiero o deseo. Hay que saber esperar el tiempo que corresponde.

 

¿Quisiste dejar alguna de las dos?

En la deportiva nunca. La deportiva es un hobby que se convirtió en un trabajo pero yo disfruto jugar al fútbol y jugar todas las mañanas. Tengo la suerte de no necesitar el fútbol para poder comer, vivir o darle de comer a mi familia. Yo desde el día uno no necesite un trabajo sino que puedo hacerlo con el fútbol. En la parte académica me lo replantee varias veces. Hubo años de la facultad que los tuve que repetir porque no pude rendir exámenes porque me los ponían a la mañana. Fue cuestión de reconsiderar porque había decidido estudiar y seguir por el mismo camino.

 

¿Tenes referentes en el fútbol y la medicina?

En la medicina no. Si bien hay muchos emblemáticos como Favaloro y muchos autores de libros que estudió en la carrera, no tengo uno con el cual me identifique para seguir sus pasos. En el deporte te diria mi viejo, pero no tanto en lo deportivo. Él jugó en el ascenso, tuvo una carrera muy sacrificada porque tuvo la particularidad de haber arrancado a los 22 años que casualmente es la edad que tengo yo. Si bien fue amateur no podía jugar en primera porque no lo tomaba ningún club por no tener inferiores. Un dia le dieron la posibilidad y atajo como seis años hasta que se lesionó. A partir de ese momento se acercó el fin de su carrera futbolística pero tenía una carrera universitaria concluida: siguió otro camino profesional. Asique lo siento además de un ejemplo en lo deportivo, como un ejemplo de resiliencia, de poder abrirse un campo enorme de posibilidades y de tener muchos objetivos en la vida.

 

¿En que queres especializarte en la medicina?

Aún no lo sé. Me gusta mucho traumatología por el hecho de tener un traumatólogo siempre cerca y ver mucho como hacen las cosas; cómo es el campo y ser muy consciente de las lesiones recurrentes, los tratamientos. La realidad igual es que es un tema pendiente hasta que me reciba.

 

Tu papa es un político, vos en el fútbol trabajas en equipo. ¿Cómo sos con tus compañeros?

La realidad es que hay cierta analogía en la política y el fútbol relacionado con el trabajo en equipo. Se necesita constancia, trabajo en equipo y comunicación. Eso es uno de los valores que me inculcó él y que yo creo poder llevarlo a la práctica en el fútbol donde hay confianza con la gente con la que uno labura. En la gente con la que me paro dentro de la cancha hasta la gente que labura en el club, con la gente de prensa, medicos, kinesiologos. Todo el ambiente del fútbol es trabajo en equipo. Si bien entran 11 a la cancha hay gente que está atrás de un plantel que pueden ser 50 o 60 personas. Todos trabajan para un objetivo en común.

 

¿Cómo te tomas la victoria o la derrota?

Siempre con serenidad. No suelo tener grandes frustraciones con la derrota ni grandes sobresaltos con la victoria. Son consecuencias del juego. Yo disfruto jugar. Se puede ganar, empatar o perder. Obviamente cuando gano me voy más contento que cuando pierdo y más cuando sé que mi tarea en la cancha fue buena y no tan contento cuando se que fue mala. Pero lo tomo con muchísima naturalidad porque todo es parte del juego. La realidad es que uno a la larga, salvo que juegues en river boca real madrid o barcelona vas a terminar perdiendo más de lo que ganas. Entonces hay que aprender a convivir con la derrota y a no creérsela en la victoria porque somos todos humanos, todos jugadores de fútbol.