Hoy en día se utiliza para mucho más que un entretenemiento: superar fobias, problemas de salud y aprender idiomas.
Mientras la industria del entretenimiento sigue apostando a los cascos de realidad virtual (RV) para abrir una nueva puerta en el universo de los videojuegos, en otros rubros se hacen eco de esta herramienta que proyecta una realidad digital. Así, en ámbitos tan diversos como la moda, la educación, la salud y el los trastornos psicológicos, comienzan a experimentar con este método disruptivo.
En el plano de la educación, muchos especialistas ven una oportunidad para aumentar el nivel de participación en el aula. Como el combo de software y hardware que ofrece la firma ClassVR en donde el aprendizaje se asocia con la experiencia y el recuerdo. Así, en una clase sobre el apogeo del poder faraónico, los alumnos podrán recorrer los interiores de la Gran Pirámide de Guiza, mientras escuchan al docente.
Otro gran ejemplo es la app de idiomas Mondly en donde se combinan chatbots o diálogos robotizados, con reconocimiento de voz y la inteligencia artificial. Este software que corre en 28 idiomas, brinda corrección instantánea sobre la pronunciación, sugerencias que enriquecen el vocabulario y charlas más naturales.
A nivel local, la Universidad Siglo 21 inauguró un edificio de diez pisos con diferentes niveles tecnológicos. En uno de ellos hay un aula de RV, equipada con visores Oculus Rift que se vinculan a una computadora. “Disponemos de varios simuladores. Se destacan el de oratoria, finanzas, jurídico y marketing. La intención es complementar el material teórico con situaciones de la vida real. El nivel de aceptación es muy alto por parte de los alumnos”, indicó Rafael Kolomi, responsable técnico de innovación y tecnología educativa de la Universidad Siglo 21.
Hay también cursos para ejecutivos como los de la IAE Business School junto con la Singularity University, ubicada en el campus de la NASA en Silicon Valley, impulsada por empresas como Google y Cisco, sobre machine learning y datos para la toma de decisiones.
Las fobias son trastornos psicológicos o miedos irracionales que se manifiestan en las personas. Con la RV se pretende exponer al afectado, de forma progresiva, a sus miedos en un ambiente controlado.
El Virtual Reality Medical Center (VRMC) ubicado en La Jolla, California, ofrece terapias de exposición como el miedo a volar. Los pacientes que se someten al tratamiento de VR Flight están sentados en un avión comercial y quedan inmersos en la experiencia de un vuelo desde el despegue hasta el aterrizaje.
Un programa en la Escuela de Medicina de la Universidad de Duke, en Londres, tiene terapias de RV para tratar una buena cantidad de fobias y trastornos de ansiedad. Desde miedo a conducir, a las alturas, a disertar en público, claustrofobia, agorafobia y trastorno por estrés postraumático debido a accidentes de auto.
El Sea Quest Hero (www.seaheroquest.com) es un juego gratuito que ayuda a detectar el Alzheimer en forma temprana. Su finalidad es estimular el cerebro a través de una serie de tareas que demandan la capacidad de orientación y la memoria para recolectar datos sobre los primeros indicios de esta enfermedad. El juego, catalogado como “el más amplio estudio sobre la demencia de toda la historia”, es obra de la organización de beneficencia británica Alzheimer’s Research UK y expertos de University College.
La Realidad Aumentada (RA) vincula el mundo físico con el digital, donde imágenes generadas digitalmente se mezclan con los contornos de la realidad. La moda es una de las industrias que mayor provecho logró de esta tecnología. “Una de las primeras aplicaciones que uno piensa con RA, y que los consumidores suelen mostrarse interesados, es el ‘probador virtual’. Ya sea desde la casa o en una tienda, la idea es tener la posibilidad de seleccionar una prenda virtualmente y, mirándose a un espejo, ver cómo queda sin necesidad de probarla físicamente. Además de ser una experiencia completamente novedosa y atrapante para el consumidor, es una herramienta que sin dudas sería muy útil para brindar un proceso de compra más eficiente”, detalla Juliana Caccavo, de Globant.