La ciudad y el pueblo de San Miguel se consagraron ayer al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María, en una ceremonia realizada en la catedral por el obispo Damián Nannini, en presencia del gabinete municipal encabezado por el Intendente Jaime Méndez.
La consagración se dio en el contexto de la llegada de la pandemia del coronavirus a nuestro país. Es por eso que se pidió la protección de todo el pueblo de San Miguel, especialmente de los niños, ancianos y de los más vulnerables.
Durante la ceremonia se pidió también por un cuidado especial a los médicos, a los enfermeros, a los profesionales de la salud y a los voluntarios. Y se le encomendó a Jesús y a María que acompañen a cada una de las familias de San Miguel y que iluminen a quienes tienen la gran responsabilidad de llevar adelante la gestión en este difícil momento.
“Hace tiempo que teníamos pensado hacerlo y por distintas razones no lo habíamos concretado. Finalmente, empujados por esta situación de necesidad, sabiendo que vamos a necesitar especialmente la ayuda de Dios en lo que se viene, terminamos de cumplir una vieja deuda pendiente”, expresó el intendente Jaime Méndez.