Desde Pilar, Buenos Aires, Micaela Urtubey habló con La Provincia News sobre un tema que atraviesa a muchas mujeres: la maternidad y el autocuidado. Médica dermatóloga especialista en medicina estética, sostiene que ser mamá no debería implicar dejarse de lado, sino todo lo contrario.

Por: Sol Urroz y Carolina Badano

“Creo profundamente que cuando una mujer se convierte en mamá, no deja de ser ella misma. A veces la maternidad nos envuelve tanto, que sin darnos cuenta dejamos en pausa todo lo que nos hacía bien. Pero cuidarse no es solo algo superficial, es un acto de amor propio”, afirma. Para Urtubey, sentirse bien tiene un impacto directo no solo en la autoestima propia, sino también en los vínculos con los hijos, la pareja y el entorno.

En su mirada, el autocuidado va mucho más allá de una rutina de belleza: es una forma de recordar quién se es. “Cuando una mujer se cuida, se vuelve a mirar, se reconoce, se elige. Y en ese gesto tan simple hay algo muy poderoso”, explica. Según ella, dedicar tiempo a una misma eleva la autoestima, renueva la energía y transforma la forma de pararse frente a la vida.

Urtubey aclara que no hace falta complicar el cuidado personal para que sea significativo. Una rutina básica puede incluir un limpiador facial, un serum con ácido hialurónico y una crema hidratante. Además, recomienda mantener la humectación corporal, igual que durante el embarazo, y menciona productos accesibles como la emulsión corporal de Dermaglós como una buena opción diaria.

La médica destaca que durante mucho tiempo se asoció la maternidad con dejarse completamente de lado, pero esa idea comienza a cambiar. “Cuidarse no es poner a los demás en segundo lugar, sino llenarse para poder dar desde un lugar más pleno y genuino. Porque cuando una mujer se mira con amor, sus hijos crecen viendo eso como algo natural”, sostiene.

También habla del efecto emocional de volver a mirarse. Cuando una mujer se permite priorizarse, no solo se nota en su piel y en su energía, sino también en su forma de sentirse consigo misma: más segura, más liviana, más conectada. “Aparece una nueva calma, una manera distinta de pararse frente a la vida”, describe.

Por último, Urtubey deja un mensaje claro para aquellas madres que sienten culpa por dedicarse un momento para ellas: “Cuidarse no las aleja de sus hijos: las fortalece. No hay nada más valioso para un hijo que ver a su mamá bien, con energía, con alegría, conectada consigo misma. El amor propio también es una forma de maternidad”.

Para ella, priorizar el propio bienestar no es egoísmo, sino una forma de enseñar con el ejemplo. Porque cuando una mamá se elige, muestra a sus hijos que su bienestar también importa.