La Caja de Abogacía de la provincia de Buenos Aires cumple 75 años y dialogamos sobre su historia y actualidad con el presidente de la institución, Daniel Burke.
Se cumplen 75 años del nacimiento de La Caja de Abogacía, ¿qué puede decir del recorrido de la institución a lo largo de estos años?
Si hablamos de La Caja y todo lo que representa durante estos 75 años, quizá podemos hacer un breve repaso de lo que fueron sus inicios. La Caja se inició como una Caja Mutual forense respondiendo a las necesidades de los abogados de aquella época y a las situaciones fortuitas de ese entonces en la que los colegas quedaban desamparados. La primera caja mutual empezó a funcionar en San Nicolás y se fue avanzando hasta tener la ley en la que hoy cumplimos 75 años. Esa ley fue la creación no sólo de esta Caja de Abogacía, sino también del Colegio de la Provincia de Buenos Aires, con lo cual la colegiación comenzó a funcionar. A partir de allí pasamos muchas vicisitudes, muchos problemas, pero también muchas soluciones. Fuimos intervenidos, solucionamos el problema de la intervención; empezamos a tener problemas de salud con los colegas y con ello se le dio primero una atención hospitalaria, luego odontológica y tras el paso del tiempo se fue pergeñando un sistema de salud mejor. Finalmente, en 1962 se creó la Ley 6716, que es la ley que con sus modificaciones hasta la fecha nos reglamenta. Así fue como se fundó el sistema de salud que empezó lentamente con tres planes, para abogados activos y jubilados, empleados y un plan para jóvenes abogados. Desde ese entonces es que La Caja no para de crecer y brindar a todos sus afiliados el servicio que necesitan. O sea, es un Caja que a partir del comienzo de la profesión y hasta que uno se jubila o fallece está al lado del colega atendiendo sus necesidades.
¿Cuál es la realidad actual de la institución en este aniversario?
Hoy tenemos una institución fuerte que, si bien no tiene ninguna ayuda estatal ni de ninguna otra institución, se mantiene exclusivamente con el aporte de nuestros afiliados. Es decir, cada uno de nuestros afiliados es solidario con el resto y solidario con todas aquellas actividades que desempeña La Caja de Abogacía. Esto para nosotros es muy importante porque somos un sistema que se administra y autogestiona sin ningún fin de lucro. Hoy los abogados no podrían pensar su profesión sin el acompañamiento que le brinda La Caja de Abogacía.
¿Por qué cree que es tan importante para los abogados y su profesión el acompañamiento de La Caja?
Porque somos una institución solidaria con bases sólidas y que piensa constantemente en facilitar la vida de sus afiliados, no sólo en el ámbito laboral, sino también es su vida diaria. En base a esto último, los beneficios que otorgamos juegan un papel fundamental en ese acompañamiento de los colegas, y estos beneficios que otorgamos son gracias a ese sistema solidario y de autogestión que explicaba. No sólo se dan mediante la jubilación, sino también con las franquicias para los jóvenes abogados que recién se reciben, los servicios de préstamos a los colegas, las pensiones, el sistema de salud, las asignaciones por nacimiento o adopción, el subsidio de 200 días de supresión de la CAO (Cuota Anual Obligatoria) a las madres que están por dar a luz o que adoptan, también tenemos subsidios por matrimonio, por fallecimiento y por supuesto ayudas para todos esos abogados que cuenten con una discapacidad. Con respecto a esto tenemos que hablar de los regímenes de jubilación que, por supuesto todos esos abogados con discapacidad se jubilan con 25 años de ejercicio y 50 años de edad, a diferencia del resto de los colegas.
Hace unos años se creó un sistema de estamentos para aquellos abogados que no pueden integrar su cuota anual, ¿De qué se trata y cómo funciona este sistema?
Es un sistema de estamentos es un sistema inclusivo que fuimos elaborando con el tiempo porque para nosotros La Caja tiene que ser sustentable, solidaria e inclusiva. Este sistema de estamentos no hace más que mirar la realidad de los colegas a través del trabajo de los años y así, más allá de tener una Cuota Anual y Obligatoria (CAO) con un monto fijo, el colega y la colega pueden aportar al 50%, al 38% o por sobre la CAO. De esta manera eso va a determinar la prorrata la jubilación posterior, esto no es un sistema de retiro, sigue siendo un sistema solidario que no sólo atiende la realidad laboral de ese año de los colegas, sino que también se ayuda a los colegas que tuvieron un mal año de trabajo a que pagando el 38% puedan estar incluidos dentro del sistema, porque lo más importante es que estén todos incluidos, que estén dentro del sistema, que puedan trabajar y que no sientan la presión de una Caja de Abogacía que está por sobre los colegas que tienen que trabajar.
Con respecto al sistema jubilatorio, recientemente hubo un incremento en las mismas. ¿Se prevé algún nuevo aumento para los próximos meses?
Sí, hemos otorgado un aumento anual del 100%, es un incremento histórico e inédito en estos 75 años de La Caja de Abogacía. Los jubilados actualmente están cobrando $80.000, en diciembre habrá una nueva suba y percibirán $95.000 y otro nuevo incremento lo otorgaremos en febrero, con lo cual la suma que perciban nuestros pasivos será de $110.000. Se tratan de aumentos de recuperación de la jubilación escalonados, pero tratamos que sean constantes para ir recuperando el valor de haber jubilatorio.
Respecto de los que son las jubilaciones y pensiones, primero tenemos que remontarnos un poco a la llegada de la pandemia, que todos sabemos cómo afectó y que fue una erogación de dinero para la Caja. Fueron años en que bajaron las reservas porque hemos invertido en el pago de todos los beneficios que teníamos en nuestra lista, no sólo las jubilaciones y pensiones. Pero el sistema demostró que es sólido, que pudo mantenerse, solventar la pandemia y cumplir con todas sus obligaciones.
Sabíamos que teníamos algún atraso con las jubilaciones y este año hemos podido aumentar un 100% la jubilación y vamos recuperando un poco la jubilación que se había perdido con la pandemia. Esto para nosotros es importante ya que es nuestro trabajo mejorar la vida de nuestros afiliados activos y pasivos. Nuestra prioridad son todos nuestros afiliados, ya que los activos son solidarios con los pasivos, pero a su vez serán los próximos jubilados y gracias a este sistema podrán ser jubilados que mantengan su afiliación a C.A.S.A. por un pequeño porcentaje de la jubilación.