Después de confirmar que vetará la nueva moratoria previsional, el presidente Javier Milei puso a prueba la fuerza de su alianza legislativa. El oficialismo necesita conseguir al menos 87 votos en la Cámara de Diputados para sostener el veto y evitar que la ley, que ya tiene media sanción, avance.

El proyecto busca restablecer un plan de pagos que permitiría a miles de personas que no alcanzan los 30 años de aportes jubilarse igual, algo que el Gobierno considera insostenible para las cuentas públicas. Tras la aprobación en el Senado, Milei ratificó su decisión de bloquear la medida y lanzó un fuerte mensaje a los legisladores para que respalden su postura.

En este contexto, la Casa Rosada pone todas sus fichas en la Cámara baja: la Libertad Avanza apuesta a cerrar filas con el PRO, algunos radicales y parte de los bloques provinciales para llegar al número clave de 87 votos. El oficialismo confía en que el alto costo fiscal y la presión del FMI sean argumentos suficientes para frenar la ley.

Sin embargo, la oposición buscará insistir con la moratoria y ya anticipó que presionará a los diputados para reunir la mayoría necesaria. En paralelo, los gobernadores también juegan un rol clave, porque varios diputados responden directamente a sus intereses.

Así, el futuro de la ley previsional quedó en manos de Diputados, donde se librará una nueva pulseada entre el oficialismo y la oposición, con los jubilados como principales protagonistas.