Teniendo en cuenta que la bronquiolitis es una infección respiratoria aguda viral, que se produce con mayor frecuencia durante los meses de otoño e invierno, el municipio – a través del Departamento de Medicina Preventiva dependiente de la Secretaría de Salud- brinda recomendaciones para su prevención.
Al respecto de este tema, la titular del área, Dra. Ana Valentinuz señaló: “Se contagia de persona a persona sobre todo en lugares cerrados y con mucho contacto interpersonal, como son las guarderías y los jardines. Afecta a la vía aérea pequeña y, principalmente, a los bronquiolos, originando edema, aumento en la producción de moco y, por lo tanto, obstrucción”.
Es la infección del tracto respiratorio inferior más frecuente en el lactante y constituye la primera causa de hospitalización en los menores de dos años, especialmente en menores de doce meses.
Para el control de la enfermedad, es fundamental que se adopten medidas higiénicas, tanto en los hogares como en los centros sanitarios. Por eso, las recomendaciones para los padres incluyen pautas tales como el lavado frecuente de manos, impedir el tabaquismo pasivo y evitar el contagio a través de hermanos en edad escolar, como así también se recomienda que el niño no asista a la guardería en caso de presentar este tipo de cuadros.
En relación a los síntomas, generalmente comienza como un resfrío, con secreciones nasales y congestión. Luego se agrega tos, fiebre y dificultad para respirar, con respiración acelerada, silbido, movimientos profundos del abdomen, quejido, movimiento de apertura de los orificios de la nariz. Pueden presentar problemas para alimentarse o para conciliar el sueño. También vómitos, inapetencia, palidez o coloración azulada de la piel.
Los niños más pequeños pueden tener pausas prolongadas en la respiración.
Tienen más riesgos los chicos con enfermedades cardíacas o respiratorias previas, los menores de 3 meses, los que no recibieron lactancia materna, los bebés prematuros o con bajo peso al nacer y desnutridos.
Ante un cuadro de bronquiolitis, se debe ofrecer abundantes líquidos por boca a los mayores de 6 meses, acostarlo en posición semisentada, mantener las fosas nasales permeables, limpiando o aspirando suavemente las secreciones y la lactancia materna y bajar la fiebre con los métodos convencionales, es decir con paños húmedos o baños de agua tibia.
Cabe destacar que no se deben dar tés ni remedios caseros ni administrar medicamentos sin indicación médica.
Concurrir a la consulta en los distintos Centros de Atención Primaria del municipio para ser valorados por el equipo de salud, los cuales siguen un protocolo de acción previamente establecido y de acuerdo a él se determina el grado de compromiso que presenta el niño, considerando la derivación o no a un establecimiento sanitario de mayor complejidad.
Consultar inmediatamente si se trata de bebés menores a tres meses o con factores de riesgo, si no puede alimentarse o descansar bien o si hace apneas al respirar.
Las medidas de prevención son:
– Lavarse las manos con agua y jabón luego del contacto con los niños enfermos
– Desechar los pañuelos usados
– Los niños deberían permanecer en el domicilio mientras duren los síntomas, ya que los virus respiratorios pueden eliminarse durante varios días
– Mantener la lactancia materna y el carnet de vacunas al día
– No asistir a lugares muy concurridos y cerrados
– Consultar al pediatra ante la aparición de síntomas respiratorios de importancia.