Una noche cargada de emotividad y notable nivel artístico se vivió en el Teatro Municipal Lope de Vega con la presentación de «La Dama de las Rosas», el musical encabezado por Pepe Cibrián Campoy.


En una función a sala llena, el público pilarense disfrutó desde las risas hasta las lágrimas con una producción de pocos precedentes en el distrito, de la mano del principal exponente de la comedia musical argentina, a la vez vecino destacado de nuestro partido.

Al respecto, el autor y protagonista del espectáculo remarcó: «Para mí es un honor cerrar la gira nacional de La Dama de las Rosas en Pilar, mi ciudad, de la que soy ciudadano ilustre y en la que vivo hace más de veinte años. Yo disfruto muchísimo las giras y para todo mi equipo ha sido un placer enorme hacerla; muchos de ellos son jóvenes, esta es su primera gira, y han aprendido lo mismo que en diez años de academia».

Llevando adelante el rol protagónico de una mujer con varias identidades, Cibrián se destaca interpretando un papel complejo al que le pone el cuerpo cantando, actuando y hasta ejecutando breves cuadros de danza; una empresa que le insume, entre otros desafíos, lograr catorce cambios de vestuario en las casi dos horas de obra.

Junto a él se lucen Luz Yacianci -una de las más aplaudidas por su talento en el canto- Damián Iglesias – a la vez director del espectáculo y la experimentada Tiki Lovera, quienes desarrollan los roles centrales de la historia.

Ambientada en el París de los años ’20, en la época de florecimiento de la libertad, la cultura y el arte pos Primera Guerra Mundial, Cibrián encarna a Josephine, una mujer que decide transmutar de una vida de encierro y desamor para, a través de su alter ego Agatha, complacer su necesidad de satisfacción personal. Como Agatha, siendo dueña de un cabaret conoce a Clemence, quien despierta en ella, ese sentimiento encerrado, lapidado y oculto: el amor.  Como Josephine intentará descubrirla aún más en profundidad y obsequiándole en secreto rosas, una y otra vez, se ganará su amor.

En una historia donde la identidad es protagonista central, el personaje de Cibrián dispara un final totalmente inesperado entremezclando fantasía y realidad, que arrancó aplausos cerrados del público presente, sin ocultar la emoción.