Camila Perissé murió el mediodía del martes en el hospital Español. Tenía 70 años y la noticia fue confirmada por Matías Garcete, abogado de la actriz de su marido, Julio Chino Fernández. 

Fue una de las figuras más destacadas del cine y el teatro de los años ‘80, luchó contra las adicciones y logró rehacer su vida. En los últimos cinco años, tuvo complicaciones con su salud y peleó por su vida con internaciones en Mar del Plata y Buenos Aires.

El Chino Fernández, fue quien acompañó cada uno de estos momentos y estuvo a su lado hasta el final. Se conocieron en un bar que tenía él, de profesión cantante de tangos, en uno de los momentos más duros de la actriz. Atrás había quedado la fama y las tapas de revistas que la volvieron el deseo de los hombres de una generación. Había caído en el consumo de drogas y no podía salir, hasta que el hombre le tendió la mano y emprendieron un camino juntos.

Hace una semana la salud de Camila se había deteriorado aún más y ya se pronosticaba el peor desenlace, hasta hoy que su vida se apagó. Una luchadora que peleó en vida y también, al umbral de la muerte, y que será recordada como aquella mujer luminosa que enamoró a más de una generación.