La central obrera CGT advirtió que diciembre será un mes de alta conflictividad si el Gobierno insiste con su proyecto de reforma laboral, sumado al riesgo real de cierres de empresas y despidos masivos.
Dirigentes sindicales mantienen su rechazo a los artículos más duros del plan impulsado por el Ejecutivo, y advirtieron que ya pierden peso los llamados al diálogo: “No hay acuerdo posible si se vulneran derechos”, dijo uno de ellos.
La preocupación de la CGT se apoya en datos oficiales: estiman que este año se perdieron decenas de miles de puestos de trabajo, y advierten que muchas pymes no podrán afrontar sueldos ni aguinaldos.
Ante ese escenario, la central planea intervenir en los conflictos que surjan —y no descartan medidas de fuerza— si no hay una convocatoria formal para discutir la reforma con representantes estatales.
