Tras adjudicarse una contundente victoria electoral en la provincia de Buenos Aires, el gobernador Axel Kicillof instó al presidente Javier Milei a “rectificar el rumbo” de su gestión y lo desafió públicamente: “tené el coraje y la valentía de llamarme para trabajar juntos”.
Desde un palco en el centro de La Plata, rodeado de funcionarios e intendentes, Kicillof advirtió que el mensaje de las urnas fue claro: “no se les puede pegar a los jubilados” ni “abandonar a las personas con discapacidad”, mientras remarcó que “las urnas con 13 puntos de diferencia” dejaron en evidencia la voluntad de los bonaerenses. Con voz firme, instó a dejar atrás “el odio, el maltrato y los insultos” que caracterizó al gobierno: “Las urnas dijeron que no se puede gobernar más con eso”.
En medio de cánticos como “para Axel, la conducción” y “Axel presidente”, el mandatario insistió con un llamado al diálogo: “Le digo a Javier Milei que tenemos imperiosamente que reunirnos como autoridad de la provincia donde vive el 40 % de los argentinos. Espero mañana el llamado”. Y advirtió: “Lo peor que podemos hacer es tomar este triunfo con soberbia”.
Kicillof aseguró que la victoria no tuvo como objetivo desestabilizar la economía: “Con más desigualdad y desequilibrio no van a conseguir nada. Ocúpense del trabajo, de la producción, de la salud, del pueblo y de los vulnerables; ocúpense y les va a ir mejor”. Cerró alentando el inicio de un nuevo camino: “Queda claro que hay otro camino, y hoy empezamos a recorrerlo”.