Las recientes críticas de Máximo Kirchner al gobernador Axel Kicillof han generado sorpresa y malestar en el PJ bonaerense, que considera las declaraciones inoportunas en medio de la campaña electoral. En un video que se viralizó, el líder de La Cámpora le reclamó a Kicillof que destine para Quilmes la misma cantidad de fondos que invierte en La Plata, sugiriendo un favoritismo hacia otros distritos.

El enojo en las filas peronistas no se centra en el contenido del reclamo, sino en el momento en que fue expresado. Las declaraciones de Kirchner se conocieron mientras el foco político estaba puesto en el escándalo de los audios que denuncian coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad, que salpican al gobierno nacional.

Desde el lado de Kicillof, la respuesta ha sido mantener un perfil bajo para no escalar el conflicto. Un ministro bonaerense, en diálogo con Infobae, minimizó el tema y sostuvo que lo único relevante es la campaña electoral. «Hay que enfocarse en enfrentar a Milei», se sumó un dirigente social cercano al gobernador.

Las críticas de Kirchner han sido interpretadas por varios funcionarios e intendentes como un «fuego amigo» sin sentido en un momento crucial. Un intendente del conurbano calificó las declaraciones como «desafortunadas e inoportunas».

La continua tensión entre Kicillof y La Cámpora ha llevado a muchos dirigentes a proyectar un futuro en el que el gobernador se aleje de la estructura kirchnerista para buscar un camino propio. La falta de una mesa política unificada y de un discurso común expone las debilidades del peronismo en la provincia más poblada del país.