En el All England Club, la histórica Catedral del tenis británico, Jannik Sinner logró coronarse campeón por primera vez tras vencer al bicampeón defensor, Carlos Alcaraz, por 4-6, 6-4, 6-4 y 6-4. Con este título, el número uno del mundo amplía su dominio: ya posee el US Open, el Abierto de Australia y ahora el torneo más tradicional de los Grand Slams.
El partido comenzó pasadas las 12 del mediodía en Argentina, cuando el líder del ranking ATP y su escolta saltaron al césped de la Cancha Central, ante 15.000 espectadores. Tras el sorteo y la entrada en calor, empezó la segunda final de Grand Slam entre ambos.
Alcaraz empezó mejor: aunque Sinner arrancó más sólido, el murciano remontó un quiebre (2-4) y se quedó con el primer set por 6-4, encadenando cuatro games consecutivos gracias a su precisión desde el fondo y sus tiros cortos.
Pero Sinner reaccionó rápido. En el segundo set quebró de entrada y no soltó la ventaja: no concedió oportunidades de break y cerró 6-4 para emparejar la final.
La paridad se mantuvo en el tercer parcial, hasta que el italiano aprovechó una sola chance de quiebre en el décimo game: se puso 5-4 y liquidó con su saque, repitiendo el 6-4.
En la pausa antes del cuarto set, Alcaraz reconoció frente a su banco, encabezado por Juan Carlos Ferrero: “Desde el fondo de la pista está siendo mucho mejor que yo”. Fue una muestra de lo claro que tenía la situación: Sinner dominaba.
Apodado El Zorro, Sinner se sintió dueño del césped londinense. Su revés paralelo y su solidez desde la línea de base marcaron la diferencia. Quebró en el tercer juego y nunca soltó el control. Otro 6-4 selló su primer Wimbledon, sumándolo a sus títulos en Australia y el US Open (que defenderá desde el 24 de agosto).
Esta fue la segunda final de Grand Slam entre ambos, después de la reciente batalla en Roland Garros. Con estilos que combinan potencia, talento y respeto mutuo, Sinner y Alcaraz encarnan la rivalidad que dominará la próxima década. La final de Wimbledon 2025 no fue solo un partido: confirmó la llegada de una nueva era para el tenis mundial.