El Ministerio de Capital Humano comenzará esta semana a licitar la compra de alimentos “destinados a mitigar las demandas de la población en situación de vulnerabilidad”.
Este proceso se dará a través de dos convenios que ya firmó con Naciones Unidas, por $20 mil millones: uno con el proyecto PNUD ARG 20/004 y otro con la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI).
Se puede decir que el Gobierno de Javier Milei dejó atrás las “metodologías grises” que utilizaba la administración de Alberto Fernández para realizar este tipo de compras y quitó la intermediación de los dirigentes sociales y piqueteros.
El viernes, ante la Asamblea Legislativa, Javier Milei cuestionó en duros términos a la gestión del por entonces Ministerio de Desarrollo Social: “Absorbimos funciones que realizaban en forma no auditada, sin registro y sin control, las organizaciones sociales como la entrega de alimentos. Ahora sabemos exactamente qué pasa con cada bolso de comida que se reparte”, expresó.
La lógica de los funcionarios de la Libertad Avanza es “romper” con esa metodología, hacerla trasparente y que los insumos lleguen de manera directa a los sectores más vulnerables, quebrando parte de “la tercerización que se realizaban a través de los “gerentes de la pobreza”, tal las palabras utilizadas por Milei el viernes.