La expresidenta cuestionó el fuerte operativo policial montado por el Ministerio de Seguridad frente a su casa en Recoleta y solicitó mudar la concentración kirchnerista a un espacio público.

Cristina Fernández de Kirchner volvió a cargar contra el Gobierno nacional y, en particular, contra la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, tras el vallado colocado frente a su domicilio en Recoleta. La medida fue tomada por las fuerzas federales en la previa del tradicional “banderazo K” por el Día de la Bandera, lo que generó malestar en el entorno de la expresidenta.

A través de sus redes sociales, Cristina calificó el operativo como “un disparate represivo” y pidió que la manifestación convocada en su apoyo se traslade al Parque Lezama, “donde se pueda expresar el amor sin vallas ni provocaciones”.

“No quiero que haya incidentes. No quiero que lastimen a nadie. Esta manifestación es de amor, de compromiso, de memoria. Pero no puede realizarse en un lugar vallado como si fuera zona de guerra”, sostuvo.

El operativo incluyó un amplio despliegue de efectivos, móviles y un cerco metálico frente al edificio donde vive la exmandataria. Desde el Ministerio de Seguridad argumentaron que se trató de una medida preventiva para evitar disturbios y garantizar el orden público.

No es la primera vez que el entorno kirchnerista denuncia acciones represivas por parte de la gestión de Bullrich. La expresidenta, en su mensaje, hizo referencia al “uso desproporcionado de la fuerza” y sostuvo que se busca “amedrentar” a los militantes.

El acto de Parque Lezama se perfilaba como un espacio alternativo para el encuentro militante.