El Ministerio de Seguridad, encabezado por Patricia Bullrich, puso en marcha un nuevo protocolo que autoriza a las fuerzas de seguridad federales a monitorear redes sociales con perfiles falsos y agentes encubiertos.
Según la resolución publicada este miércoles en el Boletín Oficial, la medida busca reforzar la capacidad de “prevención e investigación” de delitos que se organicen o difundan por medios digitales.
El texto establece que los efectivos podrán crear identidades ficticias para ingresar a grupos cerrados o privados, recolectar pruebas e intercambiar mensajes bajo supervisión judicial, con la justificación de perseguir delitos como trata de personas, narcotráfico, terrorismo o ciberdelitos.
El protocolo generó cuestionamientos de la oposición y de organismos de derechos humanos, que advierten sobre posibles violaciones a la privacidad y la libertad de expresión. Desde Seguridad defendieron la iniciativa, al asegurar que se ajusta a estándares legales y que “no se trata de espionaje, sino de fortalecer la capacidad del Estado para actuar contra el crimen organizado”.
En paralelo, Bullrich ya había impulsado otras medidas de “mano dura” como el endurecimiento del protocolo antipiquetes y un refuerzo de los operativos en barrios críticos.