El Polideportivo de Mar de Plata estaba repleto. Ni una sola butaca quedaba libre. Nadie se quería perder un partido que podía ser bisagra. De hecho, hasta se lo vio a una estrella del deporte argentino como Juan Martín Del Potro. Y esa comunión que el equipo nacional consiguió con la gente en la ciudad costera se volvió fundamental para poder buscar el boleto al Mundial de Indonesia, Japón y Filipinas. Sin embargo, el clima de jolgorio y festejo que se vivía en el estadio se convirtió en un ambiente de velorio, porque la Selección tuvo una ventaja de 17 puntos, pero no lo pudo cerrar y terminó cayendo ante República Dominicana por 79-75, situación que dejó al país sin poder clasificar a la Copa del Mundo.

La derrota cayó como un baldazo de agua helada. Es que nada hacía imaginar el desenlace que tomó la historia. Una que parecía tener color de rosas y que se convirtió en una película de terror. Después de un primer tiempo casi perfecto, en el que Gabriel Deck se lució desde la zona pintada (anotó 25 puntos y fue la gran figura de la noche marplatense) y en el que Facundo Campazzo le hacía creer a los pibes que coparon el Polideportivo que era un superhéroe que nunca se había sacado la capa, el equipo se vino abajo en la segunda mitad.

Si bien cerró el tercer cuarto con un triunfo parcial, la realidad es que los últimos tres minutos de ese período empezaron a mostrar los fotogramas finales de la jornada. Los dirigidos por Prigioni se sucedieron con las pérdidas en las subidas, se les cerró el aro (apenas metieron cinco triples sobre 25 intentados) y no pudieron reaccionar ante el primer golpe.

Cuando los dominicanos, que hasta ese momento se estaban quedando afuera, salieron a comerse la cancha en el último cuarto, convirtieron desde todas las posiciones y fueron remontando poco a poco. De hecho, el Che García, que terminó festejando de manera efusiva, encontró las soluciones en el banco de suplentes. En contrapartida, al campeón vigente de América no le salía nada. Ni los dos refuerzos de lujo (Deck y Laprovittola) con los que contó Prigioni para el 12° partido de Eliminatorias fueron suficientes.

El campeón de América y subcampeón de la última Copa del Mundo no dirá presente en Japón, Filipinas e Indonesia. Una ausencia que hará ruido y que obligará a preguntarse cómo continuará la historia.