El equipo Alpine sumó otro capítulo a su mal momento en la Fórmula 1 durante el Gran Premio de Hungría. Además de mostrar otra vez la falta de rendimiento de su A525, la escudería francesa arruinó la carrera de Franco Colapinto con dos paradas en boxes para el olvido: fueron las más lentas de toda la competencia en el Hungaroring. A pesar de tener buen ritmo en pista, el piloto argentino terminó 18°, mientras que su compañero Pierre Gasly cerró 19°.
Según los datos oficiales, la primera parada de Colapinto fue en la vuelta 15 y duró 11,01 segundos, debido a problemas para colocar la rueda trasera izquierda. El mismo inconveniente se repitió en la segunda detención, en la vuelta 37, que se extendió por 7,23 segundos. En comparación, Gasly solo paró una vez para cambiar a neumáticos medios y estuvo detenido apenas 2,4 segundos, un tiempo normal para un pit stop de F1.
Lo curioso es que, mientras Colapinto sufría con sus mecánicos, hasta el legendario gol de Maradona a Inglaterra en 1986 fue más rápido que la detención del argentino en boxes, según bromearon en redes. A diferencia de Colapinto, Nico Hülkenberg (Sauber) tuvo una parada lenta de 9,68 segundos, pero incluía una penalización de cinco segundos.
El fiasco de Alpine generó tanta preocupación que el equipo con sede en Enstone abrió una investigación interna. Según Motorsport, el problema podría estar relacionado con una falla de software o un error en la pistola neumática que impidió liberar el coche cuando ya estaba listo para salir.
La situación se vuelve más grave porque las detenciones en boxes de Alpine vienen empeorando temporada tras temporada, según muestran los registros de las proveedoras de neumáticos. Actualmente, es uno de los equipos más lentos en esta parte clave de la estrategia.
“Paramos muy temprano. La primera parada fue de 10 segundos y la segunda, de nueve. Perdimos mucho tiempo y después tuve ocho banderas azules porque me pasaron varias veces, así que perdí otros 15 o 20 segundos. Fue una carrera para el olvido. No creo que tuviéramos mal ritmo, pero ejecutamos todo mal. Mala largada, malos pit stops… Un desastre en general”, lamentó Colapinto ante la prensa.
El enojo del piloto de 22 años también se escuchó por la radio del equipo: “¡Por Dios! ¡La puta madre!”, exclamó tras sufrir la segunda parada fallida. Ahora, Alpine busca soluciones de cara al próximo Gran Premio de Países Bajos, después de la pausa de verano.