La Libertad Avanza (LLA) selló una amplia red de alianzas electorales con un total de once provincias, consolidando su estructura de cara a las próximas elecciones legislativas.
Al cumplirse el plazo legal, la fuerza política de Javier Milei optó por dejar de lado la idea de una «fórmula libertaria pura» para construir un frente más robusto, fusionándose en varios casos con los oficialismos provinciales o con el PRO para ganar poder territorial.
La presidenta de la LLA, Karina Milei, lideró las negociaciones que derivaron en acuerdos con cinco gobernadores. Entre ellos, el oficialismo logró sumar a Alfredo Cornejo (Mendoza), sellando una alianza que excluyó al PRO local, y a Leandro Zdero (Chaco), con quien se confirmó el primer pacto a mediados de mayo.
Las negociaciones también culminaron con éxito en Entre Ríos, donde Rogelio Frigerio ratificó una coalición para enfrentar al kirchnerismo, y en la Ciudad de Buenos Aires, donde un arduo diálogo con Jorge Macri y Mauricio Macri permitió la consolidación de la alianza con el PRO porteño. Un caso particular fue el de San Luis, donde el gobernador Claudio Poggi decidió no presentar lista propia a nivel nacional, allanando el camino para LLA en su provincia.
La estrategia de expansión también se extendió a otras seis provincias con gobiernos peronistas, donde el oficialismo concretó alianzas con el PRO para presentar listas conjuntas. Dichos acuerdos se cerraron en Córdoba, Misiones, Tucumán, La Pampa, Río Negro y Tierra del Fuego, con el objetivo de conformar una oposición unificada y “llenar de leones el Congreso” para consolidar las reformas del Gobierno.
Sin embargo, no todas las negociaciones prosperaron. El Gobierno no logró concretar pactos con los gobernadores Marcelo Orrego (San Juan), Carlos Sadir (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes), quienes optaron por presentar sus propias fuerzas provinciales en las elecciones.
De tener un resultado favorable, estos acuerdos podrían significar un salto cualitativo en la representación legislativa de LLA, que se proyecta con la posibilidad de sumar 26 bancas en la Cámara de Diputados y otras 9 en el Senado. Este fortalecimiento parlamentario sería clave para el Gobierno de Milei, permitiéndole avanzar con mayor respaldo en su agenda de reformas.