Se cumplen 31 años del atentado a la sede de la AMIA, que dejó 85 muertos y más de 300 heridos. En el acto central, el presidente de la institución, Amos Linetzky, reclamó una vez más justicia para las víctimas y alertó sobre la “infiltración iraní” en América Latina.
“Hay un Estado que planifica, financia y ejecuta atentados terroristas: es la República Islámica de Irán. A 31 años, seguimos sin condenas firmes ni responsables tras las rejas”, remarcó Linetzky. También recordó el trabajo del fiscal Alberto Nisman, quien investigaba la causa y apareció muerto en 2015. “Esperamos que no tengan que pasar otros 30 años para que haya justicia también por su muerte”, señaló.
Durante la ceremonia, familiares de las víctimas, dirigentes de la comunidad judía y autoridades volvieron a cuestionar la falta de avances concretos en la investigación y el encubrimiento posterior. Además, reiteraron el pedido de reforzar la cooperación internacional para prevenir amenazas y desarticular células terroristas.
El acto incluyó un minuto de silencio y la tradicional lectura de los nombres de las 85 personas que murieron aquel 18 de julio de 1994.