Ganó Gustavo Sáenz, la alianza “Por la unidad de los salteños”, el oficialismo de Salta. Ganó también La Libertad Avanza (LLA), la nueva oposición, el oficialismo nacional. 

El gobierno provincial se quedó con 11 de los 12 senadores que se renovaron en los 19 departamentos donde se realizó la elección. Y obtuvo 20 de los 30 diputados provinciales. Se quedó con la mayoría de los cargos en juego a nivel provincial.

Los libertarios se quedaron con un solo senador de los 12 en juego y con 9 diputados de los 30 que se renovaron. La clave fue que lograron ganar el distrito más importante, que es lo que les permitió hacer pie en la provincia, donde el oficialismo provincial es muy fuerte.

En el búnker libertario había un clima de festejo. En dos años pasaron del llano a ganar la capital. En los hechos, el sello libertario dio un buen resultado. La gente votó la boleta de color violeta, más allá del nombre del candidato. Revalidó en las urnas el proyecto nacional que lidera el presidente Javier Milei.

En el gobierno salteño el clima triunfal fue más moderado. Haber perdido la capital es un trago amargo que deben digerir. Sobre todo pensando en el rol que tomarán de cara a las elecciones del 26 de octubre.