Mauricio Macri le respondió en duros términos a Javier Milei, quien había acusado al PRO del rechazo de la ley de Ficha Limpia en el Senado.
“Defraudamos a los argentinos. Este Gobierno defraudó a todos los argentinos en la ilusión de ir hacia una sociedad normal, donde los corruptos no puedan participar de la política. No se puede haber caído nunca la ley. Esto así de golpe no puede haber pasado. El Gobierno es el único responsable”, sentenció Macri.
El ex mandatario insistió con la idea de que La Libertad Avanza “se equivoca de adversario” y que el PRO “no tiene ninguna responsabilidad” en lo sucedido en el Senado.
Y agregó: “Es tal la tristeza de lo que está pasando. Esto va más allá de una elección. Esto es alterar el camino de construcción, de esperanza, de confianza, esto era un paso adelante que involucraba un estado de optimismo para mucha gente. Este último año y medio, no solo lo ayudamos a ganar públicamente, sino que lo ayudamos a sacar cinco herramientas sin las cuales el Gobierno hubiera colapsado y lo hizo el PRO. Pero hicimos lo correcto, no lo conveniente. Y lo vamos a seguir haciendo”.
En la misma línea, la diputada Silvia Lospennato rechazó las acusaciones del Ejecutivo y defendió su trabajo en la elaboración y promoción del proyecto. “Hace muchos años que estoy trabajando por esta ley. Todo el mundo sabe lo que trabajé sobre este proyecto. El Presidente me escribió sobre las reformas que iba a impulsar y trabajé con Petri sobre esto”, declaró.
Más allá del conflicto partidario, Macri alertó sobre las implicancias institucionales del caso. “Se pierde la esperanza de normalizar el país. Esto que hemos hecho es un balazo a todos los argentinos”, manifestó. También sostuvo que, en este contexto de división, quien resulta beneficiada es la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, al evitarse la aprobación de una ley que podría inhabilitar a referentes con condenas judiciales.
Finalmente, Macri consideró que los hechos ponen en duda la capacidad del Gobierno para liderar procesos legislativos de envergadura. “Si tenemos que hacer ese salto de fe, el Gobierno no está capacitado para conducir y para sacar una ley”, concluyó. Según el expresidente, el Ejecutivo debería asumir su responsabilidad con un gesto claro: “No es tan difícil decir ‘fracasé, me equivoqué, perdón’”.