El Municipio sigue adelante con un riguroso control de alimentos que ingresan a la ciudad. A través del área de Bromatología, se verifica el cumplimiento de las condiciones de inocuidad para garantizar que sean aptos para el consumo.


La oficina de abasto y de sustancias alimenticias –dependiente de la Dirección General de Calidad Ambiental, Bromatología y Zoonosis del Municipio- sigue adelante con un exhaustivo control de camiones de alimentos.

Según detallaron, mensualmente se lleva a cabo el control de un promedio de 1.000 camiones pertenecientes a empresas distribuidoras.

Dicho control se debe realizar de manera obligatoria antes del ingreso y distribución de alimentos en la ciudad.

En el puesto de abasto, se verifica la temperatura, las condiciones de transporte, la calidad de los alimentos, el embalado, entre otros.

“El objetivo de este tipo de inspecciones es comprobar la seguridad de los alimentos que ingresan a la ciudad garantizando sean seguros para el consumo humano”, explicó al respecto el director del área, Gonzalo Brutti.

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