El acervo de este museo municipal está integrado por una significativa colección de piezas originales inglesas muchas de ellas y otras construidas en los Talleres ferroviarios de la ciudad, material de Vía y obras, Comunicaciones, Tráfico, vajilla, fotografías y documentos
Un 9 de Julio de 1994, 26 años atrás, gracias a la gestión de un fervoroso ferroviario, quien había sido jefe de los Talleres de la ciudad, el recordado Víctor Luis Capusso y con el apoyo del entonces intendente Calixto Dellepiane, nacía el Museo Ferroviario, un significativo espacio de la cultura ferroviaria local.
“A lo largo de los años hemos visto crecer este museo con el apoyo de ferroviarios, ex ferroviarios, familiares y coleccionistas, apasionados del tren y su historia, que se han acercado con valiosas donaciones. El acervo del museo está integrado por una significativa colección de piezas originales inglesas muchas de ellas y otras construidas en los Talleres ferroviarios de la ciudad, material de Vía y obras, Comunicaciones, Tráfico, vajilla, fotografías y documentos”, remarcaron desde la Dirección de Turismo del Municipio.
E hicieron hincapié en que “son los museos el ámbito apropiado para reencontrarnos con nuestras raíces, para recuperar nuestra identidad, para aprender a valorizar objetos, bienes, relatos, tramas que nos hagan reencontrar con la sencillez de la historia. En ello estamos trabajando a partir de la tarea silenciosa del día a día, hoy con la particular aspiración de lograr un espacio amplio y adecuado a las exigencias de la museografía moderna, que nos permita exponer las piezas que integran el acervo valioso con que contamos”.
En este día tan especial también cabe el recuerdo de tantos ferroviarios, personalidades representativas de nuestra cultura local, aficionados al mundo del riel que a lo largo de los años se acercaron al museo aportando no solo donaciones sino historias y relatos de sumo valor. Gracias a todos los que han ayudado y a los que hoy aportan para el crecimiento constante de este emblemático espacio que nos permite acercarnos al pasado para abordar con ímpetu los cambios culturales que nos propone la sociedad cibernética actual.
En la actualidad, si bien el museo permanece temporariamente con sus puertas cerradas como consecuencia de la pandemia, su personal continúa trabajando con ímpetu y entusiasmo frente al desafío al que enfrenta la dura realidad.