Marcelo Albinati y Verónica Sáez combinaron por primera vez dos estilos plásticos diversos en una muestra conjunta, que se inauguró este viernes en el Centro Cultural Federal de Pilar.
Celebrando las diferencias, «DESIgual» sintetiza la impronta creativa de estos dos artistas plásticos, cada uno con sus particularidades.
Desde la pulsión repentina que supone la pintura, Albinati se inspira en las ciudades del mundo para recrear auténticas postales de trazo propio. Su intención siempre es colocar a la condición humana como epicentro de lo urbano que la rodea.
En tanto, las manos de Sáez dan vida a vasijas y otros objetos tridimensionales en cerámica y arcilla, vasijas sin base, pero que se sostienen por equilibrio. Paciencia para respetar los tiempos del material y lograr ese balance necesario son los requisitos para desarrollar esta técnica, que la artista obtiene de su propio temple natural.
La pintura, que refleja la inspiración del instante, se vincula con la impulsividad de Albinati. La escultura, con su necesidad de etapas y procedimientos, requiere la reflexividad de Sáez. Opuestos que se atraen y complementan.