La Argentina aún enfrenta una epidemia de dengue con más de 438.000 casos de personas afectadas y 301 fallecidos, por la transmisión del virus por las hembras de mosquitos Aedes aegypti. 

La especie de mosquito se llama Aedes albifasciatus. Es la que tiene la distribución más amplia en el país, desde las provincias del Norte hasta Tierra del Fuego. También vive en Bolivia, Brasil, Paraguay, Uruguay y Chile.

Los “albifasciatus” no transmiten dengue, zika ni chikungunya. Popularmente, se lo conoce “mosquito charquero”, “zancudo callado” o “mosquito de la inundación”.

El ministro de Salud porteño Fernán Quirós señaló ayer en conferencia de prensa que en estos días de lluvia se siguen viendo mosquitos, pero que se trata de otra especie, el llamado coloquialmente “mosquito del charco, que es mucho más grande, más torpe, más negro y que pica en todo momento y que da ronchas bastante más significativas, que está vinculado a la humedad y a las condiciones que tenemos estos días”.

Se calcula que esta invasión de Aedes albifasciautus no debería durar más de 7 días.