La serie fue dirigida por Philip Barantini, reconocido por su trabajo en Boiling Point, y escrita por Jack Thorne en colaboración con Stephen Graham.
La trama gira en torno a Jamie Miller (Owen Cooper), un niño de 13 años que es arrestado en el norte de Inglaterra por el presunto asesinato de una compañera de escuela. A medida que avanza la historia, un detective y una terapeuta intentan desentrañar lo que realmente sucedió, explorando las circunstancias que llevaron a un acto tan atroz y cuestionando el impacto de la sociedad en la juventud actual.
La producción se llevó a cabo en Pontefract, una ciudad en Wakefield, West Yorkshire, Inglaterra, lo que contribuye a la atmósfera sombría y opresiva de la historia.