La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó sobre un aumento de casos de la variante NB.1.8.1, detectada por primera vez en China en enero de 2025. Aunque su propagación es notable, no se ha asociado con mayor gravedad ni hospitalizaciones.
Según datos de mediados de mayo, esta cepa representa aproximadamente el 10,7% de las muestras secuenciadas globalmente, un aumento significativo respecto al 2,5% registrado cuatro semanas antes.
La variante ha mostrado una propagación destacada en regiones como el Mediterráneo oriental, el Sudeste Asiático y el Pacífico occidental. En Estados Unidos, se han detectado casos en viajeros provenientes de estas áreas, particularmente en estados como California, Washington, Virginia y Nueva York
A pesar de su expansión, la OMS ha clasificado a NB.1.8.1 como una “variante bajo monitoreo” (VUM), indicando que el riesgo para la salud pública es bajo a nivel global. No obstante, se mantiene una vigilancia estrecha debido a su creciente prevalencia.
Las autoridades sanitarias han enfatizado que las vacunas actuales siguen siendo efectivas contra esta nueva cepa. Además, se recomienda continuar con las medidas preventivas, como el uso de mascarillas en lugares concurridos, el lavado frecuente de manos y la ventilación adecuada de los espacios cerrados.
La OMS también destacó la importancia de mantener la vigilancia epidemiológica y la cooperación internacional para enfrentar la evolución del virus y prevenir posibles futuras olas de contagios.
Aunque la situación actual no ha mostrado un aumento en la gravedad de los casos, las autoridades sanitarias instan a la población a mantenerse informada y seguir las recomendaciones para mitigar la propagación de la enfermedad