El intendente Gustavo Posse visitó la Escuela Municipal Malvinas Argentinas de Beccar, donde como en otros colegios del distrito, se vivió un clima de alegría por el reencuentro de alumnos y docentes.


La vuelta a clases presenciales envolvió de alegría cada escuela del Partido de San Isidro. Y la Escuela Municipal “Malvinas Argentinas” de Beccar no fue la excepción. Alumnos y alumnas se reencontraron con sus docentes bajo estrictos protocolos sanitarios para empezar a escribir una nueva historia cada vez más cerca de la normalidad. 

“Es fundamental que los chicos estén en la escuela. Es una cuestión de salud mental y algo clave para la vida social y la educación de estos niños. Durante la pandemia luchamos para mantener la presencialidad en las aulas, porque los chicos no se contagian en las escuelas si se cumplen los protocolos, pero no dependía de nosotros. Hoy es un día de mucha alegría en este regreso semipresencial a la vida escolar”, celebró el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, tras supervisar protocolos y saludar a la comunidad educativa en esta vuelta tan esperada.

Marisol Reigosa, directora general de Educación del Municipio, expresó: “Es emocionante ver el brillo en los ojos producto de la alegría que tienen los alumnos, padres y docentes”. Qué se siente volver a las aulas lo resumieron en una palabra Iaria y Felipe, de sexto grado: “Felicidad”.

Cómo es el protocolo

La vuelta a clases se realiza bajo un sistema de burbujas rotativo, en el cual cada grupo asiste una semana presencial y otra virtual. La secundaria y primaria ingresan a la escuela por calles diferentes (Julián Navarro y Onelli, respectivamente).

Antes de ingresar cada alumno pasa por un círculo ubicado en piso para desinfectar su calzado. Luego se le toma la temperatura y se le coloca alcohol en gel en las manos. También se desinfectan las mochilas.

Durante la clase se mantiene lo que se denomina “ventilación cruzada” (puertas y ventanas abiertas). Tanto la entrada como la salida y los recreos se hacen en forma escalonada (por grado) para evitar aglomeramientos.

Si algún alumno en clase tiene síntomas compatibles con coronavirus hay una sala de aislamiento. Desde allí se llama a la emergencia médica y a los padres. Si se hisopa al alumno, se aísla la burbuja a la que ese chico pertenecía. Si el posible Covid es el padre de unos de los alumnos se separa a ese alumno que sigue de forma virtual.

Otro aspecto preventivo serán los testeos frecuentes a equipos docentes y no docentes.