Es el estadio cerrado más tradicional de Venezuela. El dictador chavista afirmó que el objetivo es aislar a todos aquellos que se han infectado de COVID-19 con síntomas leves


El polideportivo Poliedro de Caracas será abierto este viernes como un hospital de campaña con 1.200 camas para personas que se hayan contagiado de COVID-19 y tengan síntomas leves o sean asintomáticos, informó este jueves el dictador venezolano, Nicolás Maduro.

Durante un acto de Gobierno, Maduro afirmó que el objetivo de su equipo es el de aislar a todos aquellos que se han infectado de COVID-19 pero que no han desarrollado síntomas o los tienen pero son leves.

“Así, estamos activando hoteles para cumplir la meta de que todos los casos detectados, confirmados por PCR, así estén asintomáticos, tengan el tratamiento directo”, subrayó acerca de lo que consideró como “un éxito del modelo venezolano para el tratamiento del coronavirus”.

En este sentido, el mandatario añadió que, aunque han crecido los casos, hay pacientes que se van recuperando y este mismo miércoles vio “que se recuperaron” algunos que estaban ingresados “en varios hoteles de salud”.

“Vi que se recuperaron y salieron varios videos en redes sociales de gente recuperada. Algunos estuvieron con síntomas leves y los mantuvimos allí con médicos de cabecera con medicinas, pastillas y tratamientos completos, totalmente gratuitos”, apostilló.

Ante esa situación, detalló que ha decidido preparar de manera preventiva el Poliedro con sus instalaciones principales y su estacionamiento junto a la Fuerza Armada.

El gobernante subrayó que quienes tengan síntomas moderados o graves no acudirán al Poliedro sino que estarán en los centros médicos públicos y privados.

Finalmente, comentó que ha autorizado que se utilicen todos los gimnasios verticales de Venezuela, si es necesario, para aislar a los pacientes asintomáticos y con síntomas leves de coronavirus.

Por su parte, la alcaldesa de Caracas, Erika Farias, subrayó que han activado 66 hoteles en la capital, de los que 11 son “sanitarios”, en los que han ingresado a más de 800 pacientes asintomáticos.

En otros 45 hoteles han ingresado a personas sospechosas para conseguir “distanciamiento social” y en otros 10 han recluido a venezolanos emigrantes que han retornado al país y que deben pasar una cuarentena preventiva. El total de infectados en el país se elevó hasta los 17.860, de los que 158 fallecieron.