El director general del Russian Direct Investment Fund (RDIF), Kirill Dmitriev, dijo que “países como India, China, Corea, Brasil y Argentina, entre otros, podrán producir la vacuna en sus territorios”. Los detalles de la estrategia


A días de los anuncios sobre la eficacia del 95% de la vacuna Sputnik V, hoy miércoles, la Federación Rusa presentó en vivo la fórmula ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), con la participación del ministro de Salud ruso, Mikhail Murashko; el director general del Fondo de Inversión Directa (RDIF), Kirill Dmitriev; y científicos del Centro de Investigación Gamaleya, centro que desarrolló la vacuna.

En el encuentro que se transmitió de forma virtual confirmaron que la vacuna, que fue registrada en Rusia en agosto pasado, tiene una eficacia de más del 95% y un precio para las dos dosis necesarias de unos 20 dólares. Agregaron que la vacuna puede ser conservada a una temperatura de entre 2 y 8 grados, lo que facilita la logística de su distribución.

El ministro de Salud, Mijaíl Murashko, explicó que más de 100.000 personas ya han sido vacunados contra el COVID-19. Pero ¿cuándo estará disponible en otros países? De acuerdo al Centro Gamaleya, desarrollador de Sputnik V, y el Fondo de Inversiones Directas de Rusia (FIDR) Sputnik V, estará disponible para vacunaciones masivas en otros países a partir de principios del próximo año.

El anuncio del plan de vacunación de Sputnik llega luego de que Reino Unido anunciara que es el primer país en aprobar la vacuna contra el COVID-19 de la empresa estadounidense Pfizer y su socio alemán BioNTech, tras la aprobación de los reguladores británicos.

“La fabricación para Rusia será de 4 millones de dosis para 2 millones de personas en diciembre. En enero y febrero produciremos decenas de millones de dosis de la vacuna para entregar en febrero en India, Brasil, China, Corea y Argentina, países con quienes ya tenemos acuerdos por 500 millones de dosis”, indicó el director general del Fondo de Inversión Directa (RDIF).

Además Kirill Dmitriev sostuvo que el objetivo de Rusia es “generar un espíritu de asociación y trabajo en conjunto, así que países como India, China, Corea, Brasil y Argentina, entre otros, podrán producir la vacuna en sus territorios”.

De acuerdo a las autoridades, ya fueron solicitadas más de 1.200 millones de dosis de la vacuna Sputnik V provenientes de más de 50 países. Además, confirmaron que los suministros de vacunas para el mercado mundial serán producidos por los socios internacionales de RDIF en India, Brasil, China, Corea del Sur y otros países.

Los territorios que comprenden el 50% de la población mundial expresaron su interés por la vacuna Sputnik V. Entre ellos se encuentran: México, Venezuela, Brasil, Perú, Argentina, Kuwait, Turquía, Serbia, Bosnia y Herzegovina, Palestina, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Israel, Egipto, Argelia, Kazajistán, Uzbekistán, Corea del Sur, Nepal, Vietnam, Filipinas, Indonesia, Malasia, Bangladesh e India.

Rusia trabaja además en la distribución masiva de otra vacuna, la EpiVacCorona, desarrollada por el Centro Estatal de Investigación de Virología y Biotecnología Véktor, que fue registrada en Rusia en octubre pero cuyos resultados de la fase III de los ensayos clínicos en cuanto a eficacia aún no han sido publicados.

La tecnología detrás de la vacuna

Sputnik V no posee ningún elemento del coronavirus en su composición, se presenta en forma liofilizada, es decir, como un polvo que se mezcla con un excipiente para disolverlo y luego administrarlo por vía intramuscular.

El fármaco utiliza una tecnología de adenovirus humano de dos vectores diferentes, Ad5 y Ad26, para una primera y una segunda inyección. Sin embargo, Sputnik V no contiene adenovirus humanos vivos, sino vectores adenovirales humanos que no son capaces de multiplicarse y son completamente seguros para la salud.

Los “vectores” son vehículos que pueden introducir material genético de otro virus en una célula. El gen del adenovirus, que es el causante de la infección, se sustrae y en su lugar se inserta un gen con el código de la proteína de otro virus. El elemento insertado es seguro para el organismo y ayuda al sistema inmunológico a reaccionar y producir anticuerpos que nos protegen de la infección.

La eficacia de la plataforma de vectores adenovirales humanos ha sido ampliamente probada a nivel internacional en vacunas que no son COVID-19, incluso por algunas de las compañías farmacéuticas más importantes del mundo. Más de 250 ensayos clínicos y 75 publicaciones internacionales confirman la seguridad de las vacunas y medicamentos basados en vectores adenovirales humanos.

Se basa en una plataforma de vacuna de dos vectores ya existente, desarrollada en 2015 para tratar el ébola, que superó todas las fases de los ensayos clínicos y fue utilizada para derrotar la epidemia de esa enfermedad en África en 2017. Otras empresas están utilizando también plataformas basadas en vectores adenovirales humanos para sus vacunas contra el COVID-19, como Johnson & Johnson, que usa solo el vector Ad26, y la china CanSino, que emplea únicamente el Ad5.

La plataforma tecnológica basada en vectores adenovirales permite la creación de nuevas vacunas de forma rápida y eficaz a través de la modificación del vector original de transmisión con material genético de nuevos virus, lo que permite obtener nuevas vacunas en poco tiempo. Dichas vacunas provocan una fuerte reacción por parte del cuerpo humano con el objetivo de generar inmunidad.

Rusia se prepara para comenzar con la vacunación masiva. “Les pediría que organicen el trabajo de tal manera que al final de la próxima semana procediéramos a la vacunación a gran escala”, sugirió Vladimir Putin dirigiéndose a la viceprimera ministra Tatiana Gólikova, encargada de coordinar la lucha contra el coronavirus. La orden del mandatario ruso se cumplirá comenzando por los médicos y los profesores, los primeros en recibir los cerca de 2 millones de dosis de la vacuna Sputnik V que ya están listas.