El conductor y María Laura de Lillo, que habían celebrado su unión civil en junio del año pasado, le pusieron punto final a su relación
En el aspecto económico y la salud mental es donde se puede observar con mayor claridad los efectos colaterales de la cuarentena. Pero el aislamiento social tiene consecuencias en todos los ámbitos de la vida personal y profesional. Particularmente, ha representado un gran obstáculo en el amor para las parejas no convivientes.
Fabián Doman se suma a la lista de figuras que se separaron durante la cuarentena. Según pudo averiguar Teleshow, el reconocido periodista y María Laura de Lillo le pusieron punto final a su relación, después de tres años de amor.
La separación es un hecho desde hace aproximadamente un mes -en coincidencia con el tiempo que lleva mostrándose sin su alianza en Intratables– y fue en buenos términos, aseguraron desde el entorno de la pareja a Teleshow. Como han firmado una unión civil pero no están casados, y tampoco convivían, no hay reclamos por bienes en común ni cuentas pendientes entre ellos.
Respecto a los motivos que habrían desembocado en esta decisión, los compromisos laborales de Doman juegan un papel preponderante. El periodista comienza su jornada muy temprano en radio La Red, con la conducción del ciclo Doman 910 de 6 a 9; y finalizan tarde, como anfitrión de Intratables, por América, de 21 a 23. Estos compromisos, con sus particulares horarios, habrían provocado complicaciones a la hora de llevar a cabo planes en común.
Los problemas se agudizaron con la cuarentena obligatoria en la Argentina. Cada uno reparte el tiempo entre sus compromisos laborales y sus seres queridos -él es padre de Federico, Constance y Marc, mientras que ella tiene a Dana-, y las restricciones para movilizarse hicieron que cada vez se vieran con menor regularidad. Los momentos compartidos quedaron limitados a los fines de semana.
Ante la imposibilidad de revertir esta situación, ambos decidieron ponerle punto final a la pareja. No fue una determinación traumática, sino todo lo contrario: se dio de común acuerdo y en buenos términos. Sin conflictos, reclamos ni cuentas pendientes.
Domán y De Lillo, empresaria, se conocieron en 2017, en la fiesta de una revista a la cual él estaba invitado como figura y ella como anunciante, ya que es dueña de un local de muebles importados. “Fabián se estaba sacando una foto y yo, que ni lo conocía, le dije que se pusiera más derecho. Entonces, el fotógrafo nos invitó a sacarnos la foto juntos. Ahí empezamos a hablar y él me dijo que vendría a verme al local”, reveló ella. Poco después comenzaron a salir.
En junio del año pasado firmaron su unión civil, pero no se casaron. “Estábamos buscando la forma de proteger a nuestros hijos y esta fue la manera”, contó el periodista en aquella oportunidad. “Es una unión específicamente afectiva. No hay bienes involucrados”, aclaró su pareja.
Firmaron su unión en el Registro Civil de la calle Uruguay y luego realizaron una fiesta para 70 invitados en el Hotel Alvear. “Tenemos una edad en la que los dos construimos nuestras vidas y esto es un sello afectivo que le da un cierre a una etapa de tu vida para que empiece otra”, contó De Lillo.
En la ceremonia ambos estuvieron acompañados por sus respectivos hijos. La economista lució un vestido sirena con tul, bordado de flores, color nude sin mangas y una estola color lila, confeccionado por una diseñadora española. El periodista, por su parte, vistió un traje de tres piezas.