En 1998 ese predio fue cedido para construir un centro de estudios universitarios, pero el proyecto nunca avanzó. En 2002, un año antes de que se vencieran los plazos para que los terrenos volvieran a dominio municipal, una ordenanza extendió los plazos de concreción de la iniciativa. Sin embargo, tampoco prosperó y en 2011 hubo otra ordenanza, ahora sí con el objetivo de recuperar el predio en beneficio del municipio. Por distintos motivos, nunca se hizo efectiva. Hasta que la gestión Sujarchuk, a través de un intenso diálogo, destrabó la situación.
“Regularizamos una situación que se arrastraba desde hace décadas. Esos terrenos que hoy vuelven a ser propiedad de la Municipalidad tendrán un fin productivo, ya que allí impulsamos materializar un viejo sueño: un polo productivo donde se puedan desarrollar proyectos sostenibles que apunten al crecimiento planificado del distrito en beneficio de toda la comunidad escobarense”, explicó el jefe comunal.