Esta acción –realizada en conjunto entre el Municipio con ‘EcoSanfer’, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y Temaikén- tuvo lugar en el corazón de la Reserva de Biosfera, hábitat natural de estas aves autóctonas que fueron rescatadas del tráfico ilegal de fauna. Las jaulas fueron abiertas por niños y niñas del lugar. “Desde el equipo de EcoSanfer, estamos muy contentos por lo realizado junto a la Fundación Temaikén, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable y por la participación de la comunidad isleña en esta liberación de aves autóctonas”, dijo la Secretaria de Desarrollo Social, Educación y Medio Ambiente, Eva Andreotti.
El Municipio de San Fernando lleva adelante un plan integral de Medio Ambiente llamado “EcoSanfer”, con objetivos puntuales, entre otros, el reciclaje de residuos y la reutilización de plásticos de un solo uso, el compostaje, la concientización del cuidado medio ambiental y la promoción y protección de la fauna y flora natural. En esa línea, acompañó la liberación en la Reserva de Biosfera del Delta del Paraná de aves autóctonas rescatadas del tráfico ilegal de fauna.
La Secretaria de Desarrollo Social, Educación y Medio Ambiente, Eva Andreotti, quien participó de la actividad realizada en el Pueblo Nueva Esperanza junto al Director de Investigación y Cuidado de los Recursos Naturales, Gabriel Tato, explicó: “En la Semana del Medio Ambiente, y en conjunto con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable y la Fundación Temaikén, liberamos aves autóctonas que fueron rescatadas del tráfico de fauna. Es una muy linda acción muy importante para el medio ambiente, de la que participaron vecinos de la isla y sus niños que abrieron las jaulas, dejándoles la enseñanza de cuidar la naturaleza y que los animales deben estar en su hábitat natural y no encerrados. Desde el equipo de EcoSanfer estamos muy contentos por lo realizado en conjunto”.
Emiliano Villegas, Coordinador de la Brigada de Control Ambiental en Flora y Fauna, agregó: “Hoy culmina una etapa muy interesante de nuestro trabajo que es el rescate de fauna, y sobre todo de ejemplares sujetos al tráfico ilegal, como estas aves que provienen de dos operativos realizados en Villa Rosa, partido de Pilar y La Matanza, donde se secuestraron ejemplares de fauna silvestre provenientes del tráfico. Estas aves pasan por un procedimiento de recuperación, una cuarentena, y con el alta veterinaria, sanitaria y comportamental son liberadas en la Reserva de Biosfera del Delta del Paraná, que es su zona natural”.
“No todas las aves se pueden tener en cautiverio; la mayoría de las especies autóctonas están protegidas por la Ley 22.421 de Conservación de la Fauna Silvestre. Para quienes quieran tener aves, está la posibilidad de comprarlas en criaderos debidamente habilitados, sin deteriorar la biodiversidad natural de cada ecoregión. Estos ejemplares fueron capturados de la naturaleza sin autorización. Y cada vez que eso sucede, probablemente mueran muchísimos más que no llegan a ser comercializados”, aclaró Villegas.
Y Nicolás Barreto, del Departamento Educativo de Fundación Temaikén, expresó: “Particularmente, me involucro en esta liberación en el marco del Programa Delta, que tiene como uno de sus objetivos recuperar fauna y flora, colaborar con la biodiversidad de la zona del Delta, de los humedales, y por eso nos sumamos a la liberación”.
“Tenemos un Centro de Recuperación de Especies, que trabajamos en colaboración con la Brigada de Control Ambiental, con Fauna de Nación y Provincia, y somos los hosts en caso que se necesite un lugar de recuperación. Tenemos las instalaciones apropiadas y el equipo formado para este tipo de tarea”, concluyó.
Las especies liberadas, gracias al trabajo conjunto del Ministerio de Ambiente, el municipio de San Fernando, Fundación Temaikèn, Ecoparque de la Ciudad de Buenos Aires, son: cardenal copete rojo (Paroaria coronata), reina mora grande (Cyanocompsa brissonii), jilguero dorado (Sicalis flaveola) y cabecita negra (Spinus magellanicus), todas de distribución natural en la zona liberada.
Delia, vecina del Pueblo Nueva Esperanza, que estuvo en la liberación junto a sus hijos, dijo: “Fue una experiencia divina, y yo que soy docente y al venir con mis hijas y vecinos de acá, para ellos es un gran ejemplo; una cosa es que se los cuente en una clase, y otra que lo vivan y ayuden a liberar. Viviendo rodeados de naturaleza, esto es ideal para ellos”.