La quinta edición del festival musical más importante del mundo reunió a 200 mil personas en el Hipódromo local. El Municipio desplegó un amplio operativo de seguridad, salud, tránsito y limpieza que funcionó con éxito.
El pasado fin de semana San Isidro recibió a 200 mil personas que disfrutaron de la quinta edición del Lollapalooza en el Hipódromo local. Para colaborar en la organización del festival y para que el evento se desarrolle en un clima de paz, el Municipio desplegó un amplio operativo de seguridad, salud, tránsito y cuidado del espacio público que funcionó eficazmente.
El festival musical más importante del mundo reunió durante dos días a 60 reconocidos artistas internacionales y nacionales, como los Red Hot Chili Peppers, The Killers e Imagine Dragons. La tercera jornada tuvo que ser suspendida debido a severas condiciones climáticas.
“Nos emociona volver a ser anfitriones de un evento tan grande, donde la gente la está pasando bárbaro al aire libre, en un predio cuidado, seguro, en familia y en un clima sano, de encuentro”, afirmó el intendente de San Isidro, Gustavo Posse.
Y agregó: “El Lollapalooza vuelve a ubicar a San Isidro en el ojo del mundo. Todo se lleva a cabo de forma prolija, en orden y gracias a un trabajo en equipo donde también colaboró el Ministerio de Transporte de la Nación”.
A su lado, la cantante y vecina sanisidrense Oriana Sabatini, que se presentó el sábado al mediodía en el escenario Perry’s remarcó: “Tocar en este festival y que se haga en San Isidro, el lugar donde nací, me parece una locura, algo increíble. La organización es espectacular en todo sentido y la recepción de la gente diez puntos”.
Ante la multitud que se esperaba para cada jornada, el Municipio dispuso puestos fijos sanitarios para brindar asistencia, camionetas 4×4 de rescate, personal y móviles del Patrullaje Municipal y del Centro de Monitoreo, grúas, autobombas completas, 180 personas destinadas a cuidar y limpiar el espacio público, autos para transportar elementos de limpieza, contenedores, barredoras, motos y agentes de tránsito.
Con cuatro escenarios gigantes como principal atracción, el Lollapalooza tuvo como complemento muchísimos stands y foodtrucks para jugar, descansar, comer, beber y comprar merchandising. También un área destinada a los niños.
Mientras esperaba ansiosa ver a los Red Hot Chili Peppers, Juliana Rueda, de Bahía Blanca, comentó: “Mirá que voy a prácticamente a todos los festivales que se hacen en Buenos Aires y este es el mejor organizado por lejos”.
“Me encanta el programa y poder compartir la pasión que tengo por la música junto a mis hijos. Todo está muy bueno, seguro y tranquilo. En dos años los dejo venir solos”, dijo entre risas Gonzalo Ferreira, de Berisso, que concurrió al Hipódromo con sus hijos Agustín (12) y Enzo (10).
Después de ver Metronomy, Belén Mendoza, de Almagro, dijo: “La mayoría de grupos que tocan acá me copan. El nivel es altísimo y también se nota en cómo está armado el festival”.
“Tener el Lollapalooza a diez cuadras de mi casa y en un lugar como el Hipódromo es un placer. La estoy pasando genial, con varios amigos”, concluyó Federico Martínez, de San Isidro.