La soprano se presentará en el emblemático escenario porteño el 10 de diciembre. Todos los detalles y la venta de entradas.
La artista internacional Sarah Brightman regresará a Argentina para realizar un show en el 10 de diciembre en el emblemático Teatro Colón.
Durante 30 años, la voz de la cantante sonó en un centenar de teatros y estadios del mundo. Con una reconocida carrera, con ventas globales de más de 32 millones de discos, esta artista ganó más de 180 premios de oro y platino en más de 40 países.
Time to Say Goodbye, que Brightman cantó con Andrea Bocelli, se convirtió en un éxito internacional masivo y la convirtió en la única artista que fue invitada a interpretar el tema en dos ediciones de los Juegos Olímpicos ante más de 7 mil millones de espectadores.
Esta cantante, además, fue la inspiración detrás del musical más exitoso del mundo de todos los tiempos, El fantasma de la Opera, donde originó el papel de Christine Daaé en las producciones de Londres y Broadway.
Hasta hace 3 años, Brightman figuraba en el último puesto de la lista de los 50 músicos más ricos de Gran Bretaña e Irlanda, un ranking en el que su ex marido, Sir Andrew Lloyd-Webber, estuvo segundo detrás de Paul McCartney.
Justamente, Brightman se hizo famosa a partir de su trabajo con Lloyd-Webber: lo conoció en Cats, se casaron en 1984 y compartieron varios musicales, incluyendo El fantasma de la Opera, donde él escribió el personaje de Christine, la protagonista, especialmente para ella.
Y Brightman, en comunicación con Clarín, lo había recordado con cariño: «Fue muy importante a esa altura de mi carrera. Yo era muy joven cuando empezamos a trabajar juntos y nos casamos. Aunque yo tenía noción de quién era y quién quería ser, siempre necesitás un mentor, alguien con más experiencia que te guíe. Yo fui su musa: antes de mí, él no había trabajado con una joven soprano tan preparada. Fue una época muy creativa y muy exitosa para los dos”.
A principios de los ‘90 se divorciaron y ella dejó de actuar en musicales. «No soy un animal de teatro musical. Cuando nuestra relación se terminó y dejé de trabajar en ese área, fui muy feliz. Mi carrera empezó estudiando música clásica, y volví a ser quien era», contó hace unos años.
Entonces formó otra pareja amorosa-laboral con Frank Peterson, ex productor de Enigma: entre 1993 y 2008, él le produjo ocho discos. Y ella adquirió el rimbombante título de la «soprano más vendedora de la historia» con esa fusión de pop y música clásica que el mercado llama «classical crossover», etiqueta que ella detesta.
«Eso es marketing. Obviamente, tenían que crear un género. Ahí nos incluyeron a Pavarotti, a Andrea Bocelli, a mí y no muchos otros. La mezcla de pop y música clásica que yo hago nunca fue el producto de un cálculo», sentenció al respecto.
En 2016, Brightman regresó al estudio de grabación para comenzar a trabajar en su nuevo álbum HYMN con Peterson, cuyo lanzamiento está previsto para fines de 2018.