Ante la decisión del Gobierno de la Provincia de cerrar la Escuela Primaria Nº25 y el JIRIMM Nº1, los concejales Corina Ramírez, Carlos Bergandi, Luis Ruiz Díaz e Ignacio Pérez visitaron las escuelas.
En contra de la decisión del gobierno provincial de cerrar dos establecimientos educativos isleños, medida que inicialmente abarcaba a 8 escuelas, un grupo de concejales del Frente Renovador participó en diversas actividades en respaldo a los vecinos de la isla afectados por esta medida y para que la misma sea revertida.
La concejal Corina Ramírez, quien encabezó la recorrida, dijo: “Estamos acá nuevamente, en la Escuela 25 de arroyo Caracoles, junto a la comunidad educativa, padres, familias, docentes y a todo el entorno de la escuela, acompañando el pedido de que no cierre. Pedimos nuevamente a la provincia recapacitar sobre la medida, y que tengan el sentido común de pensar que, si se pudo rever la medida para seis escuelas, se puede rever para ocho también, e incorporar arroyo Caracoles a la continuación de clases en su espacio, en su tierra, donde los chicos han venido creciendo”.
“La idea es que la provincia considere esta situación, porque los papás no pueden cambiar a sus hijos de escuela, ni sacarlos de su contexto, que optimizar recursos no significa recortar al que no tiene, sino saber administrar y enviar los fondos que corresponden. Este caso es muy especial; está a la vista de todos que el arroyo Caracoles es navegable, porque pudimos llegar en lancha y no caminando. Esperamos que la provincia revierta esta medida, porque defendemos el derecho de los niños a educarse, a que el Estado los asista, y el de las familias a que sus hijos estén educados. No es lógico que el docente esté en una escuela y el alumno en otra, porque eso no es optimizar costos, sino que un maestro no puede ejercer su profesión lejos de los niños que lo esperan en el aula”, finalizó Ramírez.
Su colega, el concejal Carlos Bergandi, agregó: “Estamos acompañando a los papás de los alumnos que vienen a este colegio de arroyo Caracoles. Sabemos que la lucha es de hace bastante tiempo, de cuando el gobierno provincial tomó la decisión de cerrar ocho escuelas, y los fundamentos no son viables; nos están diciendo que el Caracoles no es navegable, lo que es una falacia, porque como vemos, los papás traen a sus chicos a la escuela, han venido los docentes, vinimos los concejales del Frente Renovador, y hay mucha comunidad interesada en que este colegio no se cierre”.
“Para nosotros es un misterio por qué no quieren abrir la escuela de arroyo Caracoles, porque no tenemos un informe de Hidráulica de la provincia de Buenos Aires que afirme que no es navegable, y si lo llegan a decir pedimos por favor que nos informen por qué no se puede navegar. Hoy entramos muy cómodamente navegando por el Caracoles. El Municipio hace 7 años que constantemente hace reclamos a la Provincia para que haga el dragado del arroyo Caracoles y otros tantos más. Debiera haber una decisión política de dragar rápidamente este arroyo”, finalizó Bergandi.
David Ricciardo, papá de alumnos, ex alumno y presidente de la Cooperadora de la Escuela 25, manifestó: “Esto nos tiene mal, por todo lo que implica la escuela en lo pedagógico y lo afectivo para esta comunidad. Me parece que no se han tenido en cuenta muchas cosas para tomar esta decisión. Hace tres semanas que estamos en esta lucha, que consideramos debería ser tenida en cuenta, porque tenemos muchísimos argumentos que avalan lo que decimos, como para que alguien tome una decisión que retrotraiga todo. Las medidas para suplantar a esta escuela no son beneficiosas ni para la comunidad ni para los chicos, ni para nadie”.
Andrea Mac Dougall, vecina de Felicaria bajo y Caracoles, y mamá de Jeremías que concurre a 4to. Grado, manifestó: “Es una orden absurda e ilógica, porque las excusas que ponen para cerrar esta escuela no se sostienen; la última que nos pusieron fue el dragado del arroyo. Y el año pasado hubo clases normalmente desde mayo con la draga aquí. No se tiene que concretar porque la razón que nos dan es ilógica. Pedimos que vuelvan las docentes al establecimiento y que se termine el dragado del arroyo, que no impide el acceso a la escuela. Mi hijo no está concurriendo a otra escuela, porque la suya es ésta”.
A la lucha de la comunidad educativa se sumó la docente Fabiana Di Luca: “Apoyo a los padres y los niños que concurren, para que la escuela siga abierta. Junto a mi compañera Melina, dictamos un taller sobre historias que suceden en la isla y algunos mitos. La idea no fue solamente venir, estar y participar, sino darles a los chicos un taller, porque ambas somos docentes y vinimos con ese plan”.
Griselda Cánepa, desde hace 26 años auxiliar de la Escuela, dijo profundamente emocionada: “Parece que nos quieren sacar la escuela, que va a cumplir más de 100 años, y es doloroso, porque nosotros queríamos hacer la fiesta. Desde chiquita vine a esta escuela, y hoy que tenemos el dragado nos quieren trasladar a otro colegio. Los chicos no quieren ir, porque su escuela es acá, y ya van dos generaciones: tuve a la mamá en jardín y hoy vienen sus hijos. Es muy fuerte, porque mandan a los maestros de acá a otras escuelas y los nenes se ponen a llorar. Hace 64 años que vivo aquí, y todas las escuelas de la isla están en buenas condiciones. En este caso, tenemos un montón de alumnos, más quizá que otras escuelas, pero si se cierra la 25, también se cierra la comunidad, y no va a pasar más la lancha, la ambulancia, la policía ni nadie. Siento una gran pena, porque hoy pienso en la escuela”.
Además, participaron de la visita los concejales Luis Ruiz Díaz e Ignacio Pérez.