En un estudio realizado en el Reino Unido se analizaron los efectos de la dexametasona versus otros fármacos y hallaron que redujo las muertes en aproximadamente un tercio en personas que estaban con respirador debido a la infección por coronavirus. Pros y contras de la droga, según los especialistas.


“Es un resultado sorprendente”, “claramente tendrá un impacto global masivo”. Los dichos de Kenneth Baillie, médico de cuidados intensivos de la Universidad de Edimburgo, Reino Unido, que forma parte del comité directivo del ensayo llamado Recovery hablan de un esteroide económico y de uso común que podría salvar la vida de personas gravemente enfermas con COVID-19.

Según un estudio clínico aleatorizado y controlado en ese país la droga, llamada dexametasona, es la primera en reducir las muertes por el coronavirus: en el ensayo, redujo las muertes en aproximadamente un tercio en pacientes que estaban en ventiladores debido a la infección por coronavirus.

La médica infectóloga Isabel Cassetti (MN 55583) explicó que “la enfermedad por COVID-19 tiene una primera fase de replicación del virus, posteriormente viene otra fase de respuesta inflamatoria, que cuando es marcada se produce lo que se conoce como ‘tormenta de citoquinas’”. “Los corticoides, por su acción anti inflamatoria tendrían un racional para ser utilizados en ésta fase”, opinó, y detalló: “Para analizar la eficacia de una droga hay que compararla con un grupo control, que sería el que no recibe la droga en estudio. En este caso, el ensayo Recovery es un estudio aleatorizado en el que se delinearon varias líneas de tratamiento: una con dexametasona, otras líneas con otras drogas (lopinavir/ritonavir; hidroxicloroquina; dexametasona; azitromicina; tocilizumab; plasma de convalecientes) versus el estándar de cuidado, que es darle al paciente lo que necesite para el grado de la enfermedad que esté cursando, ya sea oxígeno o asistencia mecánica respiratoria”. La rama de hidroxicloroquina fue parada por falta de eficacia.

Y tras destacar que “la dexametasona se dio en una dosis de 6 mg por día, oral o endovenosa por 10 días a pacientes que tenían neumonía severa y necesitaban oxígeno o ventilación mecánica”, la directora médica de Helios Salud y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) señaló que “luego se comparó con aquellos que sólo recibían estándar de cuidado sin dexametasona y se demostró que el grupo que recibía dexametasona tenía una disminución de la mortalidad del 33%. No hubo beneficio para los casos leves y sí éste beneficio se vio en los casos graves”.

“Decir que estamos frente al descubrimiento de una nueva droga es un poco exagerado porque la dexametasona la conocemos desde hace mucho tiempo. Es un corticoide y los corticoides lo que hacen es disminuir la respuesta inmunitaria de los pacientes y es por eso que los infectólogos en general siempre estamos un poco en contra de los corticoides”. La médica infectóloga Cristina Freuler (MN 58098), jefa del Departamento de Medicina Interna del Hospital Alemán, explicó que ese tipo de medicamentos “disminuye la inmunidad y en ese caso predispone a infecciones cuando se toman en dosis altas mucho tiempo o hacen que cualquier infección resulte más grave por falta de respuesta del organismo”.

Para ella, “en el caso específico del COVID-19, así como en otras infecciones, se sabe que el daño se produce sobre todo por la respuesta del organismo”. “Yo a los pacientes les explico que uno es el campo de batalla entre la inmunidad y el virus o la bacteria y en ese caso el campo de batalla queda un poco arrasado -sostuvo-. En los pacientes, por ejemplo, con coronavirus, en los que sabemos que el pulmón sufre y el paciente tiene dificultad para respirar por la gran respuesta inmunitaria, el corticoide puede tener un buen efecto al disminuir esa respuesta”.